«Israel reprendió al embajador de Chile y a altos cargos que acompañaban al presidente de Chile en su visita a Israel», dice parte del comunicado el Ministerio de Asuntos Exteriores hebreo y explica que el ministro de Exteriores, Israel Katz, consideró «grave» la visita del mandatario chileno, que calificó de «infracción de la soberanía israelí en el Monte del Templo. Debemos distinguir entre la libertad absoluta de culto y el mantenimiento y prevención del daño a nuestra soberanía sobre el Monte del Templo», agregó el Ministerio.
La visita que causó la estridente reacción judía se realizó el día de ayer y sin duda evidencia como la autoridad israelí deja en una incómoda posición al Presidente chileno que queda literalmente ninguneado y menoscabado por la prepotencia del gobierno judío en plena visita oficial a una zona que antes que fuera israelí era palestina y que Israel fue copando a través de sucesivas guerras.
Chile se doblega ante el reto del gobierno de Tel Aviv
Como era obvio el embajador de Chile en Israel, Rodrigo Fernández, salió a explicar y los sucedido y que tiene molesto al gobierno hebreo: «No era ni conocido ni mucho menos consentido por la Cancillería chilena (que acompañara una autoridad de Palestina) El acuerdo con ambos gobiernos (Israel y Palestina) era que durante la visita del Presidente Piñera a la ciudad antigua de Jerusalén no participarían autoridades de ninguno de ambos gobiernos. Ahora bien, el hecho de que participaran autoridades políticas es un hecho que no era ni conocido ni muchos menos consentido por la Cancillería chilena».
La declaración del embajador Fernández la entregó, en las dependencias de la oficina del Primer Ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, con quien Piñera sostiene a esta hora una audiencia y en la que seguramente abordará el tema.