En la previa a la intervención que hará este sábado ante la G20 que se realiza en Japón, el Secretario General de la ONU, António Guterres señaló que el calentamiento global no afecta solo a la Tierra sino a la política y la economía y recalcó que «estamos en camino de vivir los cinco años más cálidos desde que se tienen registros. La última vez que se experimentó una concentración similar de carbono fue hace tres millones de años».
El Secretario General de la ONU se encuentra en la ciudad japonesa de Osaka, donde este sábado intervendrá ante el G20, que reúne a los líderes de las 19 mayores economías del mundo, más la Unión Europea, y que en su conjunto representan el 80% de las emisiones de gases de efecto invernadero que provocan el cambio climático. António Guterres ofreció una rueda de prensa en la que reiteró una vez más la necesidad de atajar el cambio climático.
“El ritmo del cambio es más rápido que el nuestro. Estamos viendo olas de calor en Europa, sequías en África, tormentas en África y el Caribe, incluso en los Estados Unidos. Somos testigos de una multiplicación de desastres naturales que son cada vez más intensos, más dramáticos, con unas consecuencias humanitarias cada vez más graves y frecuentes. Estamos observando los glaciares derritiéndose, los corales blanqueándose, la capa de hielo en el Ártico en sus niveles más bajos de la historia (…) es extremadamente preocupante”, declaró Guterres.
Eco de esas palabras se hizo el secretario general de la Organización Meteorológica Mundial, Petteri Taalas cuando dijo: “Cada vez más escuchamos la frase emergencia climática, pero la emergencia no es sobre el clima, sino sobre los océanos, los recursos hídricos, la seguridad alimentaria, los ecosistemas y el desarrollo sostenible del planeta entero”.
Taalas hizo esa aseveración a través de un comunicado emitido por la Organización en el que se señala que, entre 2015 y 2019, la Tierra está en camino de experimentar los cinco años más cálidos desde que existen registros.
La OMM advierte que las crecientes concentraciones de gases de efecto invernadero acelerarán el calentamiento global y sus efectos “para las generaciones futuras”.
«La última vez que la Tierra experimentó una concentración comparable de dióxido de carbono fue hace entre 3 y 5 millones de años, cuando la temperatura era dos o tres grados más cálida y el nivel del mar era entre 10 y 20 metros más alto que ahora», dijo Taalas.
La urgencia visible y creciente de la acción climática se centrará en una reunión que se celebrará en Abu Dabi del 30 de junio al 1 de julio, con el objetivo de impulsar iniciativas que se anunciarán en la Cumbre de Acción Climática que se celebrará en septiembre en Nueva York a iniciativa del Secretario General.
No más de 1,5 grados
En Osaka, Guterres mostró su confianza en la ciencia y en el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático que señala la necesidad de asegurarnos de que no alcancemos más de 1,5 grados centígrados de calentamiento global al final del siglo.
“Esa es la razón por la que reúno una cumbre sobre el clima en Nueva York en septiembre, y esa es la razón por la que apelaré a los líderes aquí para que tengan un compromiso mucho más fuerte”, dijo Guterres quien indicó que para lograr no subir de los 1,5 grados hay medidas “que son absolutamente esenciales”, entre las que enumeró: poner un precio al carbono, terminar los subsidios a los combustibles fósiles, no construir centrales eléctricas de carbón.
Calentamiento político y económico
El calentamiento global no se restringe a las condiciones atmosféricas y físicas de la Tierra, sino también a la política y economía mundiales, dijo Guterres.
En el terreno político citó situaciones como la del Golfo Pérsico o las tensiones comerciales, mientras que en el económico, además de esos conflictos comerciales, aseguró que existen “incertidumbres relacionadas con los altos niveles de deuda, la inestabilidad potencial en los mercados financieros y el riesgo de desaceleración en el crecimiento mundial”, señaló el titular de la ONU que observó que va a ser muy difícil que el G20 vaya a llegar a un acuerdo en esta reunión sobre los algunos de los desafíos internacionales más importantes.
Muchos de esos desafíos podrían resolverse a través de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible, pero Guterres dijo que los Estados están atrasados en el cumplimiento de sus objetivos y sus propios compromisos.
Ante todo ello, el Secretario General terminó con “un llamamiento para un compromiso mucho más fuerte de los miembros del G20, cuyos economías representan el 80% de las emisiones responsables del cambio climático y que representan un área muy importante de la cooperación financiera y económica internacional; un llamamiento para que tenga un compromiso mucho más fuerte con el que poder evitar la situación actual en la que el cambio climático va más rápido que nosotros y poder sortear el retraso que lleva el cumplimiento de la Agenda 2030”.