Positivamente recibieron este jueves los grandes empresarios el proyecto de reforma laboral impulsado por el Gobierno, el cual busca la flexibilización y adaptabilidad de la jornada del trabajo, pero pusieron reparos en cuanto que lo de hoy fue un anuncio y tienen que conocer con más detalles la iniciativa del Ejecutivo.
De esta forma, el presidente de la CPC, Alfonso Swett, dijo valorar un proyecto que es “pro-trabajo, pro-trabajador, pro-familia, pro-inclusión y pro-futuro”.
En ese sentido, dijo que la cuarta revolución industrial va a tener “vencedores y vencidos”, añadiendo que “tenemos muy claro que los vencedores en este tremendo desafío van a ser quienes entiendan que las ideologías que nos dividieron en el siglo pasado, en torno a la segunda revolución industrial, hoy día no van a poder aportarnos en esto”.
Al respecto, señaló que “el llamado es a todos los actores sociales y políticos a tener una mirada generosa y unida en torno a los desafíos que nos pone esta revolución en el futuro, nuestras familias, nuestra sociedad y no dividirnos en defensa de nuestros propios intereses”.
En cuanto a la posibilidad de que haya riesgos de bajar de 195 a 180 las horas de trabajo, Swett dijo que “lo que entendemos hoy es que básicamente lo que se está viendo es una jornada por hora, estamos hablando de 180 horas versus una jornada semanal, el Libro Primero del Código del Trabajo tiene estipulado jornadas semanales y hoy día lo que se ha planteado es una jornada por hora”.
Sin embargo, a pesar de los parabienes hacia la reforma, el timonel de la poderosa CPC precisó firmemente que “antes de pronunciarnos queremos leer el proyecto, queremos revisar las minutas, porque estamos recién informándonos de esto, venimos a un anuncio y no tenemos más elementos que eso”.
Respecto a las críticas de la CUT sobre que el esta iniciativa precarizará aún más el trabajo, mencionando que “entiendo las preocupaciones de la CUT, pero creo que hoy día es una invitación a la CUT a que nos sentemos a mirar el proyecto, trabajemos en equipo frente a los desafíos que tenemos”.
Por su parte, el presidente de la SOFOFA, Bernardo Larraín Matte, señaló que las personas actualmente desean tener distintas jornadas laborales y poder trabajar desde la casa siempre y cuando que “el trabajo lo permita y la regulación debe permitir eso, no puede en el fondo restringir las propias preferencias de las personas”.
Sobre el tema, Larraín Matte expresó que “hay que ver la reforma, pero esto se da en un contexto de flexibilidad, si fuera solamente reducir la jornada creo que sería equivocado, porque aquí no es un problema de menos trabajo, el problema en el fondo es generar mejores ambientes de trabajo, mejores esquemas de trabajo, mejores jornadas de trabajo y eso va a generar saltos en productividad y muy importante también satisfacción de las personas”.
“Las personas quieren tener esa flexibilidad para pactar con su empleador cuál es la jornada que más le acomoda a esa persona, así como también el empleador poner en la mesa cuáles son los elementos esenciales para que esa persona pueda contribuir en el fondo a los desafíos empresariales”, explicó.
