Un importante hito para el desarrollo sostenible y las finanzas sostenibles se registró ayer sábado, cuando el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, encabezó el lanzamiento de la Coalición de Ministros de Finanzas para la Acción Climática, en la cual actúa como líder junto a su par finlandés.
La iniciativa cuenta con el respaldo de más de 50 ministros de Finanzas, la Comisión Europea y organismos internacionales tales como el Banco Mundial, la ODCE y la ONU.
La Coalición es una plataforma que busca compartir experiencias y buenas prácticas entre pares para mitigar y adaptarse al cambio climático. Se caracteriza por considerar el balance regional de países, incorporando a representantes de los cinco continentes y la participación de países tanto en desarrollo como miembros del G20. Sus políticas y medidas son de carácter voluntario.
Con este objetivo, la Coalición definió seis principios como ejes rectores:
Principio #1: Reconoce que las políticas públicas deben alinearse con los compromisos del Acuerdo de París. En particular, que los flujos financieros sean consistentes con un aumento en la capacidad de los países para adaptarse a los impactos adversos del cambio climático.
Principio #2: La Coalición es una plataforma que permite compartir experiencias entre pares, proporcionar un estímulo mutuo y promover la comprensión colectiva de las políticas y prácticas para la acción climática.
Principio #3: Reconoce la necesidad de desarrollar medidas efectivas de precio al carbono.
Principio # 4: Reconoce la relevancia de incorporar el cambio climático de manera trasversal en la agenda de políticas macroeconómicas, a través de la planificación fiscal, presupuestos, inversiones y compras públicas sostenibles.
Principio # 5: El financiamiento climático representa solo una pequeña porción de los flujos financieros generales.
Movilizar y escalar los flujos financieros desde el sector privado sigue siendo un área que necesita urgente atención.
Principio # 6: Reconoce que los Ministerios de Finanzas deben participar activamente en la actualización y la implementación de las Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDC) presentadas bajo el Acuerdo de París.
Todos estos principios buscan que los países consideren el cambio climático en las políticas macroeconómicas, en la planificación fiscal y presupuestaria, y en el manejo de las inversiones públicas. A su vez, también buscan desarrollar un mercado financiero que fomente las inversiones para la mitigación y adaptación al cambio climático.
Impactos pueden superar los US$520 mil millones anuales en pérdidas de consumo
Estos lineamientos se establecieron considerando que los impactos del cambio climático pueden sobrepasar los US$ 520 mil millones anuales en pérdidas de consumo, y que para evitar las amenazas a la prosperidad de las naciones se requiere de importantes inversiones en áreas como la infraestructura. Solo en este ítem, el mundo requeriría alrededor de US$ 90 mil millones en inversiones hasta 2030, principalmente en países en desarrollo y de ingresos medios. Si bien los recursos fiscales son esenciales, se requiere también del financiamiento del sector privado.
“El cambio climático dejó de ser un asunto solo medioambiental, es también un problema financiero, que debemos enfrentar, ya que afecta el bienestar mundial, la salud de nuestros hijos y el futuro de nuestros nietos. Si no actuamos en forma efectiva tendremos un alto impacto económico y social«, advirtió el Ministro Felipe Larraín.
“La política fiscal y las finanzas públicas son poderosas herramientas para incentivar el desarrollo de economías resilientes y con bajas emisiones de dióxido de carbono, y si queremos actuar con ambición, no podemos hacerlo en forma aislada. Es tiempo de que trabajemos en conjunto para afrontar el cambio climático”, agregó el Ministro de Hacienda.
Durante 2019, Chile será anfitrión de dos eventos de la Coalición, entre los que se cuenta uno de alto nivel en el contexto de la COP25, de la cual Chile es presidente.
Además, Chile tiene la presidencia de la Coalición de liderazgo del precio del carbono, es decir, lidera las tres comisiones de cambio climático más importantes del mundo.