La visita del Presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha provocado un verdadero sismo al interior del Gobierno y tiene puesto los “pelos de punta” a la Cancillería chilena, debido a la negativa de los presidentes de ambas Cámaras del Congreso de asistir a un almuerzo en honor que se le brindará al mandatario del país hegemón de América Latina.

Tras anunciarse la realización en Santiago del encuentro de presidentes que conformarían el nuevo bloque regional Prosur, impulsado por Sebastián Piñera y por el mandatario colombiano Iván Duque, las expresiones de rechazo comenzaron a activarse, ya que diversas organizaciones sociales y de defensa de los derechos humanos han anunciado actividades para manifestar la molestia de la visita.

Sin embargo, la sociedad civil tiene todo el derecho a manifestarse en contra de una visita que no consideran amigable, pero lo que llama la atención es que tanto la nueva mesa de la Cámara de Diputados y la presidencia y vicepresidencia del Senado ha expresado que se restarán de las actividades de homenaje a Bolsonaro.

Pero por qué las autoridades de ambas instancias del Poder Legislativo rechazan la invitación de La Moneda.

Lo primero que hay que mencionar es la distinción que existe entre una “VISITA DE ESTADO” y una “VISITA OFICJAL”.

La primera, de acuerdo a lo que establece las normas de ceremonial y protocolos en caso de visitas a Chile de jefe de Estado y personalidades extranjeras colgado en la página web de la Cancillería, consiste en una visita que “realiza un jefe de Estado o Gobierno extranjero, por expresa invitación del Presidente de la República”.

En una de sus parte, el protocolo comprende las siguientes actividades:

• Ofrenda floral ante el Monumento al Libertador Bernardo OHiggins.
• Ceremonia de encuentro entre ambos Jefes de Estado en la Plaza de la Constitución, con honores militares.
• Reunión de los Jefes de Estado en el Palacio de La Moneda.
• Visita a los Presidentes del Poder Legislativo.
• Visita al Presidente de la Corte Suprema de Justicia.
• Ceremonia en la Ilustre Municipalidad de Santiago, en la que el Jefe de Estado visitante es declarado «Huésped Ilustre» y recibe las Llaves de la Ciudad.
• Cena ofrecida por el Presidente de la República de Chile en honor del Jefe de Estado Extranjero en el Palacio de la Moneda (discursos).
• Intercambio de condecoraciones y obsequios.
• Conferencia de Prensa de ambos Jefes de Estado al término de la visita.
•  Firma de una Declaración Conjunta y/o acuerdos bilaterales, si procede.

“En caso que el Jefe de Estado Extranjero deseara ampliar su permanencia a otras regiones o ciudades del país, la visita pasará a considerarse de carácter privado y cualquier gasto que ésta erogue deberá ser cubierto por el propio gobierno extranjero. La excepción a esta regla la constituye el viaje del Jefe de Estado o Gobierno a Valparaíso, por encontrarse oficialmente invitado a concurrir al Congreso Nacional”, señala el Minrel en su protocolo.

En el caso de una VISITA OFICIAL, como es el caso de Bolsonaro, esta es la que realiza un jefe de Estado, o de Gobierno, un Ministro de Relaciones Exteriores u otra autoridad de similar rango, por invitación de una autoridad gubernamental chilena, que puede ser el Presidente de la República, el Ministro de Relaciones Exteriores u otra autoridad de rango equivalente de nuestro país.

De acuerdo con la práctica tradicional del Ceremonial y Protocolo de Chile, una Visita Oficial comprende las siguientes actividades:

• Ofrenda floral ante el Monumento al Libertador Bernardo OHiggins, en caso de Jefe de Estado o de Gobierno. 
• Reunión de ambos Jefes de Estado o de Gobierno en el Palacio de La Moneda. En el caso de la visita de un Ministro de Relaciones Exteriores, reunión con su homólogo chileno.
• Agasajo ofrecido por el Presidente de la República en el caso de Jefe de Estado o Gobierno. En el caso de un Ministro de Relaciones Exteriores, éste será brindado por su equivalente de nuestro país.
• Conferencia de Prensa.
• Firma de documentos, si procede.
• Intercambio de condecoraciones, si procede.
• En los demás casos, el programa será fijado por la autoridad nacional invitante. 

Además, se menciona que “La Visita Oficial tendrá una duración máxima de dos días desde que el dignatario extranjero es recibido en el Aeropuerto de entrada. La visita debe efectuarse en días hábiles. De prolongarse un tiempo mayor, ésta adquiere el carácter de visita privada. En el caso de los Ministros de Relaciones Exteriores, el tiempo de la visita oficial no deberá exceder de tres días desde su llegada. De prolongarse un tiempo mayor, ésta adquiere el carácter de visita privada”.

Por tanto, al tratarse de una VISITA OFICIAL, las principales autoridades del Poder Legislativo pueden ausentarse de las actividades que puedan ser organizadas por el Gobierno anfitrión, que en este caso responde al del Presidente Piñera, quien ha organizado el encuentro de presidentes para conformar el Prosur.