Los procesos de transformación son crueles, y para aquellos actores que no logran incorporarse con agilidad, pueden llegar a ser insostenibles. Sin embargo, en nuestro país existen regulaciones vigentes que buscan ‘equilibrar’ el mercado para así evitar abultar la cifra de PYME`s en picada.
El llamado ‘impuesto digital’ es parte de estas regulaciones, y como tal, no siempre logra conciliar todas las partes involucradas. El mercado se logra regular y el usuario también participa en ese equilibrio, quizás de forma no tan declarada como los ‘medidores inteligentes’, pero si finalmente asume parte de estos cambios.
En mi opinión, si aquellas empresas basadas en tecnología online como Amazon, Netflix o Spotify reciben un aumento de impuestos en las operaciones realizadas en nuestro país (de un *10% a un 19% según señala Alfonso Swett), lo más probable es que establezcan estrategias para mitigar parte de esa alza a los usuarios y mejoren la oferta.
Quizás Netflix mejore su propuesta de contenido, pricing o experiencia, o llegue ‘Prime Air’ de Amazon como un sistema pionero en el despacho de artículos en Chile. Todas potenciales mejoras que darían una mejor percepción al usuario ante un eventual aumento en el valor de uso. Esto debido a que el consumo en Chile se ha establecido como ‘si vale la pena, estoy dispuesto a pagarlo’, por lo tanto la probabilidad de desaceleración en la adopción de estas plataformas debido a un alza, es muy baja.
Según esta mirada, el impacto probable en la industria publicitaria es menor. La mayoría de estas plataformas no cuentan con inventario digital, a excepción de Spotify y Amazon (este último aún no se establece localmente), y existe una posibilidad que el acceso a ese inventario considere un costo más alto para los dueños de marcas.
De ser así, este cambio sería rápidamente internalizado y se consideraría en la planificación de cada actividad de marca.