El llamado a dialogar hecho por el Presidente Sebastián Piñera a los timoneles de la oposición, el cual busca generar acuerdos que permitan que los proyectos emblemáticos del Gobierno avancen en el Congreso, al parecer no estaría surtiendo efecto, ya que hay -efectivamente- una división, pero entre partidos que aceptaron reunirse con el jefe de Estado y otros que la han rechazado. Sin embargo, en el discurso han sido unitarios en manifestar el rechazo a las propuestas provenientes de La Moneda, por lo que las iniciativas corren el riesgo de perderse entre los muros del Parlamento .
La invitación hecha por el mandatario tomó por sorpresas a los presidentes, ya que el anunció lo hizo durante una entrevista con Canal 13, en donde dio cuenta que se iniciarán conversaciones con los timoneles de las colectividades opositoras para establecer acuerdos que permitan avanzar en temas que “benefician a los chilenos”.
El primero en asistir a la cita en La Moneda fue el presidente del PPD, Heraldo Muñoz, quien calificó el encuentro como “franca” y “voluntad para llegar a acuerdos”. Sin embargo, fue claro en colocar las cartas sobre la mesa al demandar la implementación de una ley corta para incrementar el pilar solidario, como también la postura contraria a la idea de legislar en el tema de la reforma tributaria.
El segundo en asistir a Palacio fue el líder de la DC, Fuad Chaín, quien también catalogó de franca la reunión con el jefe de Estado, concordando con el PPD en el sentido que su partido está abierto para avanzar en una rápida aprobación del aumento del pilar solidario, pero planteó que la falange no está en condiciones de aprobar una reforma tributaria que “signifique menor recaudación proveniente de los que gana más y que solo se compense parcialmente con mayor impuesto de la clase media”.
El timonel del Partido Radical, Carlos Maldonado, también concordó con sus homólogos de la DC y PPD en el sentido que tampoco están los votos en el Congreso para poder aprobar la idea de legislar en torno a la reforma tributaria.
Sin embargo, dejó abierta la puerta a poder cambiar su posición siempre y cuando la reforma no sea regresiva, colocando también sobre la mesa la idea de ampliar el pilar solidario en el tema de las pensiones.
Por su parte, el presidente del PS, Álvaro Elizalde, fue más duro en sus declaraciones al “parale el carro” por las constantes críticas a la expresidenta Michelle Bachelet.
Pero, a días del encuentro con Piñera, Elizalde volvió a arremeter contra el mandatario, dando un portazo a dos proyectos emblemáticos del Gobierno, el Control Preventivo y la reforma tributaria, reiterando que esperaba que las reuniones con el mandatario no fuese una estrategia comunicacional ni menos que buscara dividir a la oposición.
Por su parte, la senadora DC, Yasna Provoste, también valoró el encuentro entre el Presidente Piñera y los líderes de los partidos de la oposición para aunar esfuerzos en buscar acuerdos, pero aclaró que espera que “no sea un acto comunicacional, sino que sea una voluntad de cambiar un estilo que se ha venido generando en el último tiempo, en donde el Ejecutivo manda malos proyectos al parlamento y además sin posibilidad de diálogo”.
A su vez, la diputada PS, Daniella Cicardini, recordó que el Gobierno no ha tenido un buen trato con la oposición, ya que “ha tenido descalificaciones sistemáticas a la oposición”, agregando que estas reuniones de La Moneda “no sea una estrategia maliciosa por parte del Ejecutivo tratar de querer dividir a la oposición porque creo que eso sería en vano”.
En tanto, el PC en voz de su presidente Guillermo Teillier rechazó la invitación de Palacio y se restaron a asistir a estas reuniones, aduciendo razones protocolares en la forma de como se hizo la invitación. Ellos argumentan que recibieron un mensaje de whatsapp sin haber un llamado telefónico o una carta proveniente de La Moneda.
Incluso más, llamaron al Ejecutivo a conversar en el Congreso, ya que para ellos es el lugar donde se deben plantear los temas que van en beneficio de la ciudadanía.
Además, dentro del FA hay partidos que todavía no definen si asistirán a estos encuentros, puesto que existen parlamentarios como el diputado Tomás Hirsch (PH) que plantean que se trata de una estrategia para “pirquinear” votos para sus reformas y dividir a la oposición.
A pesar que al inicio del Gobierno, el Presidente logró provechar la fragmentación que vivía la oposición, logrando incluso enemistar a la exNueva Mayoría con el Frente Amplio con la inclusión de algunas cuñas que permitieron profundizar las diferencias existentes en cómo se hacen las cosas dentro del FA, pero actualmente pareciera ser que el “tiro” le salió por la culata, porque en el discurso de la oposición ha habido una unificación en el sentido de rechazar las iniciativas del Gobierno y, por lo tanto, negarle la sal y el agua.