Este miércoles, el resultado fue extremadamente ajustado, no porque la mitad de la cámara esté a favor de un “brexit” sin acuerdo, sino porque se trataba de una enmienda a una moción presentada previamente por la primera ministra Theresa May, Por 312 votos contra 308, la Cámara de los Comunes rechazó una salida caótica de la UE el 29 de marzo, pero sigue sin definir cómo impedirlo y sin haber aprobado un acuerdo con Bruselas, revela un cable de DW.
Visiblemente cansada y tan afónica que un día después renunció a participar en los debates, el martes May había advertido: «A largo plazo, podríamos en última instancia acabar convirtiendo un ‘brexit’ sin acuerdo en un éxito, pero habría una conmoción económica significativa en el corto plazo».
Por segunda vez en dos meses, los diputados habían rechazado estrepitosamente la víspera el acuerdo que la líder conservadora tan arduamente negoció con Bruselas para cumplir con el mandato del referéndum de 2016, en que 52% de británicos votó a favor del “brexit”.
The House of Commons has approved the amended #NoDealBrexit motion by 321 votes to 278 – a majority of 43. pic.twitter.com/vQQqPRH1bb
— UK House of Commons (@HouseofCommons) 13 de marzo de 2019
Seria advertencia del Banco de Inglaterra
May bregó hasta el último minuto con el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, sobre el punto más conflictivo del texto, la «salvaguarda irlandesa». Pero las «garantías» que logró de la UE no bastaron para calmar los temores de muchos diputados británicos. Así que, cumpliendo una promesa hecha en febrero, un día más tarde convocó esta nueva votación.
El Banco de Inglaterra advirtió hace meses que un Brexit sin acuerdo, el escenario más temido en medios empresariales británicos, sumiría al país en una grave crisis económica, con un aumento del desempleo y la inflación, desplome de la libra y del precio de la vivienda y casi el 10% de reducción del PIB.
En este contexto, el ejecutivo redujo el miércoles a 1,2% su previsión de crecimiento para 2019, que hasta ahora era de 1,6%, al tiempo que el ministro de Finanzas, Philip Hammond, advertía de que la economía británica sigue amenazada por «la nube de incertidumbre» que rodea a la salida británica de la UE.