Científicos de todo el mundo prevén que las condiciones climáticas más extremas y menos predecibles, afectarán la disponibilidad y distribución de las precipitaciones, los caudales de los ríos y las aguas subterráneas. De hecho, según las Naciones Unidas, en seis años la mitad de la población vivirá en zonas con escasez hídrica. Por eso, la Asamblea General de la ONU declaró al 22 de marzo como el “Día mundial del agua”, una fecha que no puede pasarse por alto ante el complejo escenario que augura el cambio climático.
Preocupados por la realidad nacional, los chilenos Felipe Gracia y Felipe Pichard crearon “Likid”, pues, pese al interés por disminuir la huella hídrica, las soluciones para enfrentar la escasez de agua eran muy pocas. ¿Cómo lo hicieron? Investigaron y llegaron hasta California, Estados Unidos, donde las condiciones climáticas eran muy similares a las nuestras. Allí establecieron una alianza con “AquaCents”, que desarrolló la tecnología para inyectar hidrogel bajo las raíces del pasto existente y reducir el consumo hídrico. El producto -que se usa en el agro hace más de 40 años para disminuir el uso de agua- logra disminuir hasta en 50% la necesidad de riego.
“Al inyectar biopolímeros absorbentes, que capturan hasta 400 veces su volumen en agua, se logra retener la humedad hasta que las raíces la necesitan, lo que ahorra recursos naturales y económicos, al evitar la filtración de agua innecesaria y la evaporación”, detalla el socio fundador de Likid, Felipe Pichard. En el fondo, es como instalar una esponja en el suelo, para mantener la humedad en equilibrio, algo esencial para mantener el césped verde.
Regeneración del pasto
El producto, amigable con el medioambiente, dura unos 7 años en el suelo y luego se incorpora a la fracción orgánica para fortalecer a las plantas y aumentar la capacidad de regeneración del pasto. Normalmente regamos en forma intermitente, por ejemplo, solo en la noches o día por medio, lo que provoca estrés hídrico en las plantas, entre los períodos con y sin agua, lo que dificulta su desarrollo. Cuando usamos hidrogel se reduce el estrés hídrico, ya que la humedad permanece en el suelo en forma más constante y homogénea, resultando en plantas más sanas.
Del total de agua que utiliza la ciudad, gran parte va a los jardines y áreas verdes, donde el pasto es más intensivo en uso de agua. Por eso, el hidrogel que Likid trajo a Chile en noviembre se aplica en parques, canchas de deporte, colegios, casas, condominios, cementerios, y cualquier otro espacio con prado. La tecnología -que se usa hace más de 5 años en miles de metros cuadrados de California- ha sido probada con éxito en los prados de Fundación Chile, Parque Araucano, Parque Ambrosio Providencia, Cancha de Golf Sport Francés, Estadio Israelita y condominios en Chicureo. “Con el hidrogel, la calidad y la cantidad del pasto mejoran y se evita la necesidad de repasar el riego en las noches”, explica el socio fundador de “Likid”, sobre el polímero que se degrada, sin dañar el medioambiente.