«Escuchemos el grito de los niños que piden justicia». Con esta frase, este jueves 21 de febrero, el Papa Francisco dio el vamos a la cumbre que convocó en El Vaticano con el fin de abordar la grave crisis que ha hundido a la Iglesia Católica tras destaparse cientos de casos de abusos de todo tipo cometidos por curas, obispos y cardenales, siendo ésta la más grave crisis que enfrenta una e las religiones más antigua del mundo.
Los cerca de 200 líderes de la Iglesia católica (Cardenales y obispos) de todo el mundo se dan cita en la ciudad Eterna por tres días para abordar la crisis.
En su dscurso, el Papa Francisco reconoció que el «pueblo de Dios» espera «medidas concretas» contra la pederastia: «El pueblo de Dios nos mira y se espera no obvias y simples condenas sino medidas concretas y eficaces».»Escuchemos el grito de los niños que piden justicia», clamó el papa e invitó a encarar la «plaga de los abusos sexuales» cometidos por miembros de la Iglesia.
«Pido al Espíritu Santo que nos ayude en estos días a transformar ese mal en una oportunidad para tomar consciencia y como purificación». «Que la Virgen María nos ilumine para tratar de curar las graves heridas que el escándalo de la pedesrastia ha causado tanto a los pequeños como a los creyentes», concluyó el pontífice.
Desde que estallaron los primeros escándalos hace unos 35 años, la jerarquía de la Iglesia católica ha tomado una serie de medidas preventivas, adoptado leyes, pedido perdón y lanzado condenas, pero sin lograr que desaparezca la llamada «cultura del encubrimiento».