Son tiempos de selfies y tecnología de punta capaz de abaratar costos, elementos claves en la alta demanda que presentan las cirugías plásticas hace un par de años. No por nada la Sociedad Americana de Cirujanos Plásticos, confirmó que desde el año 2000 el número de intervenciones y tratamientos estéticos mínimamente invasivos tuvo un aumento de 200%; siendo un escenario que no parece ir a la baja.
“Actualmente, los pacientes están expuestos constantemente a íconos de perfección en las redes sociales. Esto es más evidente en las personas jóvenes, quienes inconscientemente van haciéndose más exigentes en su autoimagen. Esto nos propone un desafío a los cirujanos plásticos ya que tenemos que cumplir con estas solicitudes de la manera más efectiva, segura y menos invasiva posible”, dice el Dr. Rolando González Ciriano, Cirujano Plástico acreditado, Jefe del equipo de Cirugía Plástica, Reconstructiva y Quemados del Hospital Padre Alberto Hurtado y Docente de la Facultad de Medicina de la Universidad del Desarrollo; quien nos entrega su percepción de las tendencias de vanguardia que estarán a la orden durante este 2019 y las principales novedades que llegan al mercado.
Tendencias globales
Los “Rellenos faciales” son procedimientos considerablemente más accesibles y han aumentado notablemente su popularidad. Inyectables, láseres y hasta rejuvenecimiento de la piel, son intervenciones son ambulatorias y no tardan más de un par de horas en hacer visibles los cambios, gracias al ya reconocido ácido hialurónico y al lipoinjerto facial, que cada vez se introduce con más fuerza. Destacan por ser de carácter progresivo, viendo la evolución, sesión tras sesión, con el fin de evitar cambios irrevocables como pasaba hace años atrás con elementos ya en desuso.
“El uso de biopolímeros -como el metacril y la silicona- para relleno de labios, pómulos y otras áreas de la cara afortunadamente ha quedado en desuso dado su alto índice de complicaciones a largo plazo y resultados estéticos deficientes, muchas veces, deformantes. Actualmente el ácido hialurónico y los lipoinjertos son herramientas muy seguras y con resultados fabulosos”, advierte el especialista en Cirugía plástica y reconstructiva, Rolando González.
En esta misma línea -de rellenos y procedimientos faciales- se suma como tendencia el aumento de pacientes hombres, estimados en un 20%, quienes han mostrado interés en correcciones de la barbilla, el cuello, la línea de la mandíbula y, por supuesto, la papada.
Otra marcada corriente estética es “la apariencia natural”. Nadie quiere verse evidentemente intervenido, por eso la imagen apegada a la naturalidad es un requerimiento claro. Moderación y elegancia son palabras que se escuchan en procedimientos como el aumento mamario, a diferencia de hace un par de décadas, donde un escote exuberante fue la tendencia.
“El aumento mamario en Estados Unidos durante los años 90 buscaba lograr un escote más redondo y abultado, actualmente se considera deseable obtener resultados más discretos y elegantes, más parecido a la moda europea”, señala el especialista Rolando González.
En esta misma lógica de la naturalidad funciona el injerto de grasa, con el fin de generar un efecto contorneador, de rellenar y afinar surcos del rostro y cuerpo. Un procedimiento que también muestra alta demanda hoy día.
Tendencias “Especiales”
“La edad de inicio de los procedimientos cosméticos ha disminuido. Ya no es una consulta exclusivamente de señoras sobre 65 años que buscan “revertir el paso del tiempo”, sino que apareció un nuevo grupo de jóvenes bajo 35 años que quieren retrasar la aparición de los signos de vejez”, señala el especialista. Sobre este escenario, como cada vez es más amplia la gama de pacientes, aparecen tendencias en cirugías aún más específicas.
Una tendencia de nicho es el “El prolabio”, que consiste en acortar el espacio entre la nariz y el labio, una petición que cada vez adquiere más popularidad para resolver la apariencia de “boca de abuelo”, que desaparece con una incisión que se oculta bajo la nariz y el levantamiento de la boca, sin ninguna sustancia externa.
Mirando el panorama nacional, las cirugías que llaman la atención son la bichectomía, que consiste en remover parte del tejido graso de las mejillas para revertir la apariencia de cara «redonda»; la lobuloplastía, que ambulatoriamente y con mínimas molestias logra reconstruir las orejas con evidente uso de aros pesados o expansiones; el rejuvenecimiento de manos, ideal para restituir la apariencia del dorso que va adelgazándose; y la vaginoplastia o rejuvenecimiento vaginal, procedimiento para que los músculos de la zona recuperen la tonicidad que se pierde por el paso del tiempo y los partos.
El mismo experto cuenta que hay una serie peticiones muy particulares entre los pacientes, como es el caso de la dimpleplastía, una tendencia reciente entre los millennials, que busca producir los pliegues de las comisuras, bien conocidas como «margaritas». “Se realiza por dentro de la boca, es un procedimiento ambulatorio, pero con resultados discretos y no muy naturales en muchos casos, dado que estas “margaritas” son visibles aún sin sonreír”, señala el especialista.
Para quienes hoy día deciden por una cirugía plástica el “Reducir el impacto y obtener resultados inmediatos”, más que una tendencia, parece ser una prioridad. El Dr. Rolando González señala que “8 de cada 10 pacientes buscan opciones de tratamientos con recuperación breve, que logren resultados naturales y sin ese estigma de tener “cara de operada”. Los procedimientos estéticos que no suelen dejar evidencia quirúrgica o que toman menos tiempo en ser realizados, son sin duda una de las principales tendencias de este 2019.