Simone Serfontein es de Sudáfrica y en Octubre de 2016, encontró una cría de ardilla que se cayó de un árbol, y su madre no aparecía por ningún lado. “Cuando la encontramos, aún era una criaturita rosada sin pelo. Tenía 5 o 6 días cuando la recogimos. Estaba helada y gritaba llamando a su madre, que por desgracia nunca vino a por ella,” explicó.
No importa que fuera adorable. “Críar a una ardilla no es tarea fácil. Las primeras semanas la alimentaba cada hora, incluso por la noche tenía que poner la alarma para darle de comer y ayudarla a hacer sus necesidades,” admitió Simone. Durante 3 meses, se la llevó al trabajo, y Dingetjie dormía pegada a su cuerpo.
“Puse una pequeña caja de zapatos con mantitas dentro, pero no quería dormir en ella. Se sentía cálida y segura conmigo, y hoy en día sigue durmiendo en la cama conmigo. Siempre la llevábamos con nosotros al viajar y parecía que le gustaba. Salía de su jaula de viaje en el coche y se subía a nuestros hombros, disfrutando del viaje con nosotros.”
Pero Simone sabía que antes o después, tendría que liberarla. Y cuando llegó ese momento, Dingetjie decidió que no quería despedirse de su rescatadora. Tras pasar algún tiempo fuera por primera vez, acabó volviendo a su casa, y dejarla salir se ha vuelto una rutina. “Casi siempre vuelve por las tardes. Solo ha habido 3 noches que ha dormido fuera, pero ha vuelto por la mañana.”
Cuando Dingetjie quedó preñada, eligió hacer un nido en casa de Simone
En vez de un árbol, la ardilla eligió uno de los cajones de la casa y creó un nido con papel higiénico.
Sin embargo, este primer embarazo fue complicado. “Ella no estaba preparada, y sus instintos naturales no se manifestaron como deberían. Se quedó dormida durante el parto y tuvimos que mantenerla despierta y ayudarla a sacar a la cría. El proceso llevó una hora, y la cría salió de cola y muerta antes de nacer.”
Pero su 2º embarazo fue mejor. “Nos dimos cuenta de que estaba bastante gorda, pero siempre había sido más grande que la típica ardilla. Solo unas pocas semanas antes de dar a luz fue cuando noté y vi moverse a la cría en su barriga.”
En Abril dio a luz a Tinkie en el nido que había hecho en el armario de Simone. Por desgracia, la cría falleció unos meses después. El año pasado, en Septiembre, dio a luz a otra cría, Mistie, y Simone pudo criar a otra ardilla porque Dingetjie no producía leche.
Hoy en día, Simone comparte un hermoso vínculo con Dingetjie y su cría. Esperamos que esta bonita amistad dure mucho.