La alerta metereológica decretada para los primeros días de enero de 2019 en el país, por temperaturas que llegarían a los 36 grados, ha sido una de las primeras noticias con que hemos iniciado el nuevo año.
Sin duda, que esto trae diversos efectos, y uno de ellos tiene que ver con el consumo y respaldo de energía, necesarios para el funcionamiento de los sistemas de climatización y aire acondicionado, tanto en oficinas, industrias, hoteles, centros de turismo, eventos y esparcimiento, así como también en los hogares.
Una climatización adecuada, que responda a las altas temperaturas del verano, se torna en algo esencial para el buen funcionamiento de todas las actividades en esta época. A nivel de empresas, turismo, hotelería, este factor es clave para el negocio, puesto que impacta en las condiciones laborales y en la experiencia de los clientes. En tal sentido, contar con sistemas de respaldo de energía que permitan el buen funcionamiento de los sistemas de climatización de manera ininterrumpida, resulta esencial.
En épocas de verano, en que el turismo y servicios asociados experimentan su mayor demanda, la continuidad energética también resulta fundamental en industrias como la Hotelería y Restaurantes. Aquí las pérdidas económicas debidas a apagones suelen ser recurrentes. Los costos pueden calcularse en función de insumos vitales, tales como alimentos (con su cadena de frío) y bebidas desperdiciados. O clientes que se quedan sin servicios debido a un corte de luz.
Históricamente plantea también el desafío de alzas en los consumos de energía, y por ende en las cuentas de servicios por pagar.
A nivel industrial, podemos tomar como ejemplo la situación de uno de los principales actores en la economía nacional, como es la Minería. Según la Comisión Chilena de Cobre (Cochilco) en su informe “Proyección del consumo de energía y agua en la minería del cobre a 2028”, se proyecta un nivel de 29,2 TWh hacia 2028, con un crecimiento de 38% en 10 años, a un ritmo promedio anual de 2,7%. En un escenario máximo, se espera un consumo de 35,2 TWh.
Sin duda, el tema energético resulta un actor clave y preponderante en el desarrollo país, en las actividades de consumidores, empresas e industrias. Como tal, es indispensable asegurar su continuidad y consumo responsable a todo nivel, mediante el adecuado respaldo del suministro.