Si ves…
Un pollo asado: es posible que te asalten las dudas sobre lo que haces, pero en general, eres una persona muy centrada y tienes muy claro lo que quieres.
Un gato de dibujos animados gritando: eres una experta en solucionar problemas y te gusta que los demás te escuchen. Te manejas muy bien en las situaciones de negociación que siguen a un conflicto, pero a veces puedes ser un poco áspera.
Una mujer sin rostro, un juez o una persona con peluca: no sabes lo que es la paciencia. Te pones metas muy altas y esperas que los demás hagan lo mismo.
Una mujer que ha golpeado a su marido hasta matarle: no te interesan los amores aburridos, sólo los que tengan chispa (primero los besos, ya te maquillarás después).
Unos forceps que se van acercando a una mandíbula: te gusta ser fiel a ti misma y, si a la gente no le gusta, ese es su problema.
Un cohete o una torre: eres una persona muy trabajadora y muy respetada profesionalmente, pero es mejor que te tomes tu vida privada un poco menos en serio.
Si ves…
Un hombre exhibiendo su fuerza: eres una persona muy capaz y competitiva. Te pones el listón muy alto, pero siempre estás preparada para un nuevo desafío.
Un par de carneros con sus cabezas enfrentadas: eres muy autodisciplinada y fiable. Sabes lo que haces y sirves de inspiración para clientes y compañeros, pero también eres una persona muy nerviosa y te estresas con facilidad. No te preocupes, sólo tus más allegados se han dado cuenta.
Un escorpión: estás muy en sintonía contigo misma, pero los pequeños cambios en la dieta o en el sueño pueden alterarte, porque físicamente eres muy sensible.
Una langosta o una gamba: eres romántica, pero precavida. No estás muy segura de querer renunciar a la tranquilidad de la que disfrutas para iniciar una relación que puede ser imprevisible.
Unas trompas de Falopio: en estos momentos te encuentras en un punto muerto de tu vida privada o profesional. A menudo la realidad no está a la altura de tus expectativas y tus logros nunca te parecen suficientes.
Si ves…
Dos figuras inclinándose hacia adelante, posiblemente rezando: eres una persona paciente y cerebral. Si una cosa te interesa, no paras hasta exprimirla al máximo.
Un coche de carreras o dos cachorros, dos bebés o dos demonios: tienes una gran imaginación. Eres instintivamente metafórica y no te cuesta ver las cosas desde el punto de vista de los demás.
La silla de un barbero o del dentista: eres sensible y generosa, pero te tomas las cosas demasiado en serio. Eres muy transparente en lo que respecta a los sentimientos y te gustan los ambientes sencillos y tranquilos.
Una mujer tumbada con las piernas abiertas: te distraes con facilidad. En tu vida te gusta el equilibrio y prestas especial atención a las sensaciones físicas.
Dos fuerzas oscuras a punto de penetrar en otra figura: siempre estás poniendo en marcha nuevos proyectos y dejando otros sin terminar.
Si ves…
Un escarabajo: el éxito te acompaña. Eres trabajadora y sabes cómo manejar cualquier situación. Cuando empiezas algo no paras hasta terminarlo.
Un par de emúes, uno frente al otro, con boas de plumas: te encanta el glamour, la buena vida y conoces todos los lugares de moda de la ciudad. Sin embargo, sería mejor que resolvieses la lucha que se dirime en tu interior
Dos colibríes batiendo sus alas: te encantan las cosas bellas y estás constantemente moviéndote para encontrarlas.
Unas gafas de sol, un sujetador o una barba: eres un poco materialista y te gusta vestir con estilo, pero muchas veces disimulas tus problemas interiores con algún capricho (un coche o algo de ropa nueva).
Un esqueleto o unos huesos: te sientes como si estuvieras montada en un tiovivo; como si tu vida se repitiera una y otra vez, pero te preocupa que se pare de repente. Crees que deberías tomar más riesgos desde el punto de vista emocional.
Una figura volando, un extraterrestre de pies cortos y rechonchos o una mujer en bikini: eres una persona en la que se puede confiar cuando la cosa se pone fea, pero también puedes ser muy inconstante en el día a día. Te gusta retomar el contacto con los amigos con los que hace tiempo que no hablas.
Si ves...
Flores como unos pensamientos o un ave del paraíso: eres encantadora, reflexiva y modesta. Te encanta debatir ideas, las personas y lo que puedes aprender de ellas.
Flores aplastadas: fuiste el centro de atención durante tu niñez ay puede que ahora tengas un concepto de ti misma demasiado elevado.
Una polilla, una mariposa o una libélula: eres una persona muy independiente. Te sientes atraída por los focos, pero sabes que todo tiene un precio. No soportas que te digan lo que tienes que hacer.
Unos ojos en la oscuridad con unas anteojeras: vives en tu propio mundo y te piensas demasiado las cosas.
Fuente: Elle.com