Al menos dos bomberos murieron y decenas de personas resultaron heridas de diferente gravedad por la fuerte explosión ocurrida la mañana de este sábado, en una panadería del distrito 9, en el centro de París.

El ministro francés del Interior, Christophe Castaner, había informado a primera hora que dos civiles habrían perecido también, además de los dos bomberos, y que ocho personas se hallan «en urgencia absoluta» y otras 24 resultaron heridas leves.

Antes, Castaner, que se personó en el lugar de la deflagración junto al primer ministro, Édouard Philippe, había advertido que el balance de víctimas puede ser «fuerte y grave».

El titular de Interior explicó que más de 200 bomberos y un centenar de policías se han movilizado tras el estallido, que calificó de «muy espectacular«.

La deflagración se registró sobre las 09.10 hora local (08.10 GMT) y estuvo precedida por un incendio, desconociéndose la causa de estos sucesos, aunque los primeros indicios apuntan a un escape de gas.

Este estallido hizo temblar las ventanas y cristales, y causó importantes daños materiales sobre los edificios y comercios colindantes.

Además, generó una columna de humo visible desde muchos puntos de la ciudad.