El ministro de Finanzas de Alemania, el socialdemócrata Olaf Scholz, anunció el fin de los años de bonanza en Alemania: «Esos buenos tiempos en los que el Estado ingresa siempre más impuestos de lo esperado se están acabado. Para 2018 podremos registrar aún otro superávit, pero se acabaron los años de vacas gordas. A partir de ahora no espero ningún superávit imprevisto, y menos de estas dimensiones», dijo en una en una entrevista que publica este domingo (06.01.2018) el Bild am Sonntag.
Impuesto de solidaridad
Esta es una de las razones por las cuales el ministro rechazó la idea que defiende el bloque conservador de eliminar por completo el impuesto de solidaridad del 5,5 % con el que los alemanes deben contribuir desde la reunificación del país a financiar las infraestructuras y otras medidas destinadas a desarrollar el territorio de la extinta República Democrática Alemana (RDA).
«En las negociaciones para formar coalición acordamos por una buena razón que los ciudadanos con ingresos muy elevados deberán seguir pagando el impuesto de solidaridad», señaló.
Para cualquiera que gane un millón de euros al año pagaría 24.000 euros menos impuestos debido a la abolición del impuesto de solidaridad. «Incluso yo, como Ministro Federal con ingresos anuales de 180.000 euros, podría ahorrar por la abolición total de unos 3.600 euros de impuestos por año.» Esa no es la forma correcta», dijo.
En cambio, hay que aliviar a quienes tienen ingresos bajos y medios. «Supongo que nuestros socios de la coalición se apegarán al acuerdo», dijo Scholz. Según el acuerdo de coalición, el 90 por ciento de los contribuyentes dejará de pagar este impuesto a partir de 2021. «Para los presupuestos federales supondrán 10.000 millones de euros menos al año. Es una rebaja fiscal notable para casi todos los contribuyentes», dijo Scholz.