Este miércoles, tras la votación a puertas cerradas, el Partido Conservador de Reino Unido finalmente le dio su voto de confianza a la primera ministra británica, Theresa May, que luego de un discurso en el que se comprometió a no postularse nuevamente como líder de su partido, logró convencer a 200 conservadores de seguir apoyándola, cantidad suficiente para continuar a cargo de Gran Bretaña y finalizar el proceso del brexit.
No obstante, 117 «tories» votaron en contra de la mandataria, señalando que no es la líder correcta para implementar la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea.
«El resultado de la votación de esta noche es que el grupo parlamentario tiene confianza en Theresa May», anunció Graham Brady, presidente del Comité 1922, que reúne a los diputados conservadores.
Tras su victoria, la primera ministra no podrá ser sometida de nuevo a una moción de confianza por su propio partido en un año, aunque sí podría afrontar una moción de censura contra su Gobierno por parte de la oposición laborista.
Brexit sigue en marcha
Una vez que se informó el resultado de la votación de los conservadores, la primera ministra británica dio una breve conferencia de prensa frente a su residencia en Downing Street, en la que afirmó que tras ganar la moción de confianza seguirá adelante con el trabajo de materializar el brexit.
May también reconoció que un número significativo de diputados conservadores votaron contra ella (117 de 317) y aseguró que ha «escuchado lo que han expresado». También confirmó que mantiene sus planes de viajar este jueves (13.12.2018) a Bruselas para reunirse con los líderes de los 27 Estados miembros restantes de la UE en busca de garantías legales y políticas sobre el mecanismo de seguridad para evitar una frontera en Irlanda del Norte y así facilitar la aprobación final del texto.
La facción de los «tories» que activó la moción de confianza contra May, temen que esa cláusula deje al Reino Unido integrado en las estructuras comunitarias europeas durante años, por lo que exigen a la primera ministra la certidumbre de que no será una solución indefinida.