El único testigo del asalto y robo de autos a profesoras de Ercilla, que luego culminó con el operativo del “Comando Jungla” en la comunidad de Temocuicui y la muerte de Camilo Catrillanca, descarta que el atraco sufrido por las docentes sea un montaje.
El sujeto identificado con las iniciales F.R.S.S., quien trabaja en el mismo establecimiento educacional donde laboran las docentes, dijo claramente a La Tercera que “yo vi el robo, y el robo es”.
En su relato, señala que “ese día, el furgón presentó una falla de freno cuando iba a buscar a los niños por las comunidades. Entonces, ese día no hubo clases en el colegio al que pertenecían las profesoras que fueron asaltadas. La directora me acompañó a Ercilla a buscar un maestro, el único que hay en la comuna, y como no estaba, nos devolvimos”.
“Después del almuerzo decidieron irse a sus casas. Yo me quedé esperando a un mecánico que vendría de Temuco, pero la directora me dijo que saliera a encontrar al maestro en el camino, así que aproveché que se iban para ir detrás de ellas. Ellas iban en caravana”, agregó.
Además, da cuenta de las marcas de los tres vehículos que eran un Chevrolet Sail, un Great Wall y un Nissan March.
Al respecto, continúa su relato asegurando que “ellas iban a sus casas, una a Ercilla, otra a Victoria y otra a Collipulli. Cuando ellas iban dando una vueltecita por un monte que hay en el camino, porque el camino estaba muy malo, los autitos, como son más bajos, se dieron la vuelta por el montecito. Entonces, en esas partes detrás del montecito, las agarraron”.
El testigo menciona que los automóviles de las profesoras se detuvieron tras el monte y se percató que un grupo de personas “estaban ahí agresivamente echándolas abajo, a ellas y a los niños. Los autos los tenían atajados adelante con unas ramas y alambres de púa. Cuando llegué al lugar traté de irlas a ayudar, me bajé, pero obviamente vi la agresividad de las personas que andaban con unas hachas en la mano y con estas escopetas como recortadas. Hice el intento de ir allá, me gritaron ‘saca esa huevá de ahí (por su auto), conchetumadre’, y cuando me lo dicen por segunda vez, me di la vuelta y lo saqué hacia un lado, y ellos arrancaron”.
En cuanto a lo que se ha especulado tras la muerte de Catrillanca sobre un montaje del asalto para justificar el hecho posterior, F.R.S.S. lo descarta absolutamente.
“¿Si creo que fue un montaje? No. Yo, que trabajo ahí, sé cómo es esto. Ahora, que a los carabineros se les pasó la mano e hicieron cosas malas es otra cosa”, menciona.
Y agrega que “hay mucha gente que opina tanta estupidez y que ni siquiera sabe lo que pasó. Yo vi a las profesoras afectadas y a los niños llorando. Yo vi el robo, nadie me va a decir lo contrario”.