El sargento de Carabineros, Carlos Alarcón, imputado como el que percutó el balazo que dio muerte a Camilo Catrillanca, afirmó en una segunda declaración ante la fiscalía que no hubo disparos desde el tractor en el que iba el comunero mapuche y que sus descargas hacía el vehículo fueron hechos a una zona segura y no al cuerpo del joven fallecido.
Alarcón es un miembro del grupo de cuatro funcionarios policiales que participaron en el operativo en la comunidad de Temucuicui destinado a detener a personas implicadas en el robo de vehículos.
Según señala La Tercera, el sargento declaró el pasado 17 de noviembre en una segunda oportunidad ante el fiscal Jorge Caldera, reconociendo que en su declaración anterior que había omitido algunos hechos.
En esta nueva declaración, el funcionario policial dijo que “luego de que pasamos el tercer obstáculo (había cortes de camino), debí haber avanzado unos 15 metros cuando me encuentro de frente con un tractor azul, conducido por un sujeto, y era acompañado por otro”.
“Al chofer le vi la cara y reconozco que tenía bigote, el acompañante tenía su cabeza cubierta con algo. Me lo encontré de frente, a una distancia de no más allá de 10 o 12 metros, y (…) lo primero que hice fue intimarlo a que se detuviera, apuntado al vehículo con mi arma de servicio”, agregó.
Alarcón menciona que “esto lo hice pues durante el tiempo que íbamos caminando estábamos recibiendo información de parte del personal que se trasladaba en helicóptero (…) y señalaban que tres sujetos se habían bajado de los vehículos sustraídos y se habían subido a un tractor. Por eso decidí apuntarles”.
El carabinero señala que los ocupantes del tractor no le hicieron caso y continuaron su marcha, mencionando que “al momento de encontrarnos les dije frases como alto, carabinero, párate ahí; sin embargo, la maniobra del tractor fue corta y avanzó de inmediato, quedando yo cerca de la curva. Entonces tomé la decisión de efectuar no recuerdo exactamente si cuatro o cinco disparos con dirección al tractor”.
Insiste en que sus disparos fueron hechos a la zona baja del tractor, “sin poder precisar si a la zona derecha o izquierda, pero sí a la parte posterior, que tenía como una pala metálica. Mi idea era lograr que se detuvieran. La zona donde disparé era zona segura de disparo”.
“Vi que se bajó de él una persona con las manos arriba, al acercarme al tractor pude ver que el otro sujeto tenía una herida en la cabeza (…) y quedó sentado cargado hacia la derecha”, agrega Alarcón en su declaración ante el fiscal, añadiendo que esta situación se la comunicó al comando de control.
Además, insiste en que estaban siendo objeto de disparos de distintos lugares, pero reconoce que Catrillanca y su acompañante estaban desarmados, señalando que “las personas que iban en el tractor no nos dispararon”.
“Al encontrarme con el individuo que se bajó del tractor y que fue reducido por el sargento Ávila, quien lo esposo y lo llevó al suelo manos atrás, le pregunté si llevaba armas de fuego y me dijo que no”, explicó.
Otra declaración hecha por el cabo Braulio Valenzuela expone que los disparos hechos fueron realizados en forma disuasiva y de frente, ya que “oíamos disparos dirigidos hacia nosotros (…) no podíamos ver quién realizaba los disparos, por lo que disparamos hacia una zona segura, hacia el frente y los costados, para poder seguir avanzando”.
Hay que recordar que el viernes pasado fueron formalizados los sargentos Alarcón y Raúl Ávila por los delitos de homicidio, homicidio frustrado y obstrucción a la investigación, mientras que los cabos Patricio Sepúlveda y Braulio Valenzuela por el delito de obstrucción a la investigación.
