Dos claras visiones fueron expuestas durante la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, oportunidad en la que el Canciller, Roberto Ampuero, trató de explicar las razones por la cuales Chile no suscribió el Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular de las Naciones Unidas.
Por un lado, se coincidió con la autoridad que planteó que las condiciones no están dadas para suscribir, además de considerar que el documento internacional contenía impresiones.
En la otra vereda, los senadores de oposición cuestionaron la medida que deja a Chile fuera del “primer tratado sobre migración, del cual fue –desde un principio- un activo precursor”, y se preguntaron qué implicancias tendrá la decisión para la Cancillería y para la política exterior del país.
Además, la sesión no estuvo exenta de momentos de tensión, luego que los senadores manifestaron sus dudas con respeto al futuro de la política internacional de Chile.
Que los chilenos puedan decidir
El encuentro estuvo marcado por tensos momentos en los que el propio ministro Ampuero señaló que “he sentido que las condiciones no están dadas para responder las preguntas” y remarcó que el Pacto “no es un tratado internacional, ni jurídicamente vinculante (…)”.
El Canciller manifestó que “Chile no suscribe a este Pacto porque hay contradicciones con lo que es la práctica migratoria chilena y con la ley migratoria que se está elaborando para el beneficio de nuestro país. Para nosotros lo más importante es que los chilenos y los residentes legales puedan decidir cómo se maneja la política migratoria (…). Esta es una visión que tiene que ver con defender los intereses del país” y aclaró que el Pacto se proclamó, por lo que no se permitían cambios.
Según explicó la autoridad, en el Pacto “hay un tema de conceptualización no definido, no guarda equilibrio entre derechos de migrantes y de los países que los reciben, además de tener inconsistencias con respecto a la flexibilidad y la migración irregular”.
“Nuestra identificación principal y más profunda es con los intereses de Chile y nos tardamos en firmar o aprobar, es cierto, pero dentro de los plazos. Sigue llamando la atención que precisamente integrantes del gobierno anterior, que no hizo nada por imponer una migración ordenada y responsable, ahora critique la política del Presidente Piñera”, sostuvo.
Dudas con las explicaciones
Por su parte, el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, senador Ricardo Lagos Weber declaró que “las explicaciones que se han dado acá no es que sean insuficientes, sino que son malas”.
“Este acuerdo se adoptó en julio en Nueva York, el Presidente Piñera -en Naciones Unidas- apoyó el Pacto y cuatro meses después Chile se echa para atrás. Lo que queda ahora es conocer las verdaderas razones y ver qué responsabilidades se van a exigir al interior de la Cancillería, porque hay un trabajo que se hizo durante 18 meses”, detalló.
Para el senador es grave que “en un lapsus de tres meses no suscribamos un acuerdo internacional de medio ambiente, no suscribamos un acuerdo sobre materia migratoria, parece que la única agenda que le importa al Presidente es la agenda comercial. Cuando uno se inserta al mundo debe hacerlo de forma balanceada, integral”.
Postura similar hizo presente el senador José Miguel Insulza, para quien “el ministro simplemente no dio explicaciones (…)”.
A juicio del legislador, “esta reunión no aclaró nada, el Canciller dijo un motón de cosas en contra del Pacto, y la verdad es que ninguna está fundada en ningún texto; por ejemplo, aludió a las graves objeciones del punto cinco, que supuestamente estimulan la migración irregular, pero el texto está definido por la migración regular. Esto ya no es un tema de texto, sino que es una decisión del Gobierno de romper una forma de hacer política exterior en el país. Esto es todo lo contrario al diálogo”.
Los senadores de oposición lamentaron que se termina con la política de consensos y adelantaron que significará un cambio en la forma de llevar la política exterior; además de agregar que la decisión responde a “una coyuntura interna”.
Por su parte, el senador Jorge Pizarro dijo que «¿vamos a tener el mismo nivel de credibilidad (…) en la comunidad internacional cuando estemos negociando acuerdos, tratados o convenciones, cuando (los países) saben que a última hora, entre gallos y medianoche, a alguien se le ocurrió que a lo mejor este tema (migratorio) servía para cambiar la agenda interna, porque el país o el Gobierno tienen problemas?«.
Añadiendo que «¿eso es bueno para Chile? ¿Que demos la señal de que estamos en un país donde el tema se transforma casi en un nacionalismo trasnochado, en una xenofobia que muchos de los chilenos no nos habíamos dado cuenta de que existe de manera mucho más profunda?«.
El senador DC se enfrentó en duros términos con el secretario de Estado, indicándole que lo compadecía.
«Ministro, lo compadezco, de verdad. Se lo digo sinceramente», sostuvo Pizarro, agregando que «es el Presidente el que toma las decisiones, pero es usted el que las implementa con Cancillería, y la Cancillería, con la decisión del Presidente, claramente queda absolutamente debilitada para lo que es la gestión en beneficio del país«.
Atribuciones presidenciales
Sin embargo, para el senador Manuel José Ossandón la decisión del Ejecutivo fue la acertada, aunque reconoció que “la forma” en la que se dio a conocer no fue la correcta.
“El Presidente tuvo que hacerse cargo de un punto grave, hace menos de un año entraban 400 personas como turistas y nadie decía nada. Creo que esta es una discusión elitista, los que estamos en esto no hablamos de la problemática de la gente que ha perdido su cupo o padeciendo la pobreza con otras personas que llegan. Estoy de acuerdo en que no se debe firmar”, argumentó.
Para el parlamentario esto no afecta a la política internacional y sentenció que “hay que tener una migración ordenada y los que están criticando, tenían una política desordenada”.
Luego, el senador Iván Moreira advirtió con sorpresa “la intolerancia de miembros de la Comisión y de algunos senadores que concurrieron a la Comisión. Vimos, en algún minuto, que no existían garantías para que el Canciller pudiese exponer con tranquilidad, jamás había visto una actitud como esta”.
“El Presidente tomó una decisión en base a sus atribuciones y resguardando lo derechos de todos los chilenos”, remató.