ANCHORAGE, Alaska (AP) – Los terremotos consecutivos de 7.0 y 5.7 destrozaron carreteras y edificios sacudidos el viernes en Anchorage y sus alrededores, enviando gente a las calles y activando brevemente una alerta de tsunami para las islas y las zonas costeras al sur de ciudad.El gobernador de Alaska Bill Walker dice que tomará más de una semana o dos para reparar las carreteras dañadas por el poderoso terremoto.

No llegó ningún tsunami y no hubo informes inmediatos de muertes o lesiones graves.

El Servicio Geológico de los EE. UU. Dijo que el primer y más poderoso terremoto se centró a unas 7 millas (12 kilómetros) al norte de Anchorage, la ciudad más grande de Alaska, con una población de aproximadamente 300,000 habitantes. La gente salía corriendo de sus oficinas o se escondía debajo de los escritorios. La réplica 5.7 llegó en cuestión de minutos, seguida de una serie de terremotos más pequeños.

«Simplemente nos colgamos el uno al otro. Ni siquiera podías pararte ”, dijo Sheila Bailey, quien trabajaba en la cafetería de una escuela secundaria en Palmer cuando se produjo el terremoto. «Sonaba y sentí que la escuela se estaba rompiendo».

Una gran sección de una rampa de salida cerca del aeropuerto International Airport Road hasta Minnesota Drive de Anchorage se derrumbó, dejando un automóvil en una estrecha isla de pavimento rodeada de profundos abismos en el concreto. Varios autos chocaron en una intersección importante en Wasilla, al norte de Anchorage, durante el temblor.

El jefe de la policía de Anchorage, Justin Doll, dijo que le habían dicho que partes de Glenn Highway, una ruta escénica que se extiende hacia el noreste desde la ciudad, pasando por granjas, montañas y glaciares, habían «desaparecido por completo». El tráfico en los tres carriles que salían de la ciudad era parachoques a parachoques y casi se detuvieron el viernes por la tarde cuando los vehículos de emergencia pasaron por el hombro.

El terremoto rompió los escaparates de las tiendas, derribó artículos de las estanterías, abrió grietas en un edificio del centro de dos pisos, interrumpió el servicio eléctrico y dejó de funcionar los semáforos, provocando grandes tacos.

Los vuelos en el aeropuerto fueron suspendidos por horas después de que el terremoto destruyera los teléfonos y forzara la evacuación de la torre de control. Y el oleoducto de Alaska de 800 millas se cerró mientras se enviaba a las cuadrillas para que lo inspeccionaran por daños.