En lo que fue la definición del presupuesto federal para el 2019, la Comisión de Presupuesto del Bundestag (Parlamento alemán) sentó un importante precedente en lo que es la defensa de los derechos humanos, luego que se aprobara un monto de un millón de euros «para asistencia específica y directa a las víctimas de la Colonia Dignidad”.
Sin embargo, Winfried Hempel, excolono y abogado de víctimas de la ex Colonia Dignidad con Deutsche Welle asegura que es un “muy buen avance y demuestra que el Parlamento alemán reconoce la urgencia del tema”, pero advierte que aún está pendiente el plan de ayuda completo que debe presentar el ministerio de Relaciones Exteriores de este país, cuya primera propuesta no consideraba montos de ayuda en dinero y fue rechazado por las víctimas y por parlamentarios.
Hay que mencionar que la secta fue fundada en 1961 por Paul Schäfer en el sur de Chile, sometiendo a sus habitantes a trabajos forzados, vejaciones y otros delitos, como abuso sexual de menores.
Además, la Colonia Dignidad también funcionó como centro de tortura de la policía secreta del dictador Augusto Pinochet.
Michael Brandt, diputado de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) e integrantes de la Comisión Colonia Dignidad del Parlamento, señaló que la iniciativa de ese partido y de la Unión Social Cristiana(CDU/CSU), junto con el Partido Socialdemócrata (SPD), fue aprobada por todas las fracciones tras la criticada decisión del Ministerio de Relaciones Exteriores en julio pasado, de excluir pagos directos a las víctimas.
«Por primera vez habrá fondos concretos disponibles en el presupuesto para apoyar directamente a las víctimas”, subraya Brand.
Además, la presidenta de la Asociación por la Memoria y los Derechos Humanos Colonia Dignidad, Margarita Romero, estima que «es una medida muy importante y esperanzadora para quienes sufrieron un régimen de esclavitud por tantos años”.
La ayuda a quiénes
Hempel revela que existen tres criterios o filtros que han sido discutidos con la comisión parlamentaria para determinar a quién se destinará esta ayuda: «En el caso de la colonia es difícil distinguir víctimas de victimarios, pero no imposible, como dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores. Hay que tener sumo cuidado, y debe existir una comisión que verifique a quién va la ayuda”.
En ese sentido, resalta que los criterios acordados incluyen «evitar que la ayuda llegue a los victimarios, a personas relacionadas con la secta de Krefeld y con las empresas de la ex Colonia Dignidad”.
El abogado sostiene que no se deben repetir errores del pasado y cita las ayudas del Gobierno alemán, que entre 2005 y 2009, favorecieron a las empresas de los jefes de Villa Baviera como se conoce ahora a la colonia.
Si bien también se financió atención psiquiátrica para los colonos, «la GIZ recibió millonarios fondos para auxiliar a las empresas, entre otras cosas en aspectos de turismo, porque la embajada alemana pensaba que de esa forma ayudaba a los colonos, lo que fue un grave error, porque financió indirectamente incluso a victimarios y a la secta de Krefeld, y a las víctimas no les llegó ni un peso”.
Margarita Romero, por su parte, advierte que la ayuda debe ser entregada con la mayor transparencia posible para saber quiénes serán las personas beneficiadas.
«Sabemos que hoy al interior de la colonia también hay personas que no sufrieron lo que la mayoría sufrió. Son hijos de jerarcas que tuvieron bastantes beneficios, y hoy siguen ostentando el poder político y económico en el interior de la colonia”, resalta.
Hempel también señala que «esta ayuda es para resolver temas urgentes que tienen las víctimas; es un paso en la dirección correcta. No se trata de pagos, sino que apunta a ayudas inmediatas en temas de salud y asistencia a ancianos”.
Sin embargo, lo inmediato es atender a los más necesitados o dañados, como es dar atención de salud a quienes tienen daños físicos, que no han podido ser atendidos en el sistema de salud o necesitan operaciones, «como un colono que trabajó casi 50 años acarreando sacos y hoy tiene la columna tan maltratada que no puede ni moverse”.
Una segunda prioridad es atender a los excolonos de mayor edad, que ya no se valen por sí mismos y viven en malas condiciones.
Estos excolonos dejaron la secta y viven en Alemania o en el sur de Chile, quienes tienen necesidades económicas urgentes, por lo que «en ese caso es necesario que un trabajador social visite y evalúe las ayudas, porque tampoco resolvería el problema entregarles dinero directamente”.
Al respecto, Romero sostiene que «esperamos también que esta reparación incluya a todos los niños chilenos que fueron secuestrados y abusados sexualmente”.
«Es un anuncio esperanzador en la medida que se comienza con una solución que hoy es de urgencia para los colonos más necesitados, pero esperamos programas de reparación integrales a futuro, que incluyan a las víctimas chilenas. Para quienes sufrieron secuestro y tortura dentro de la colonia, así como para los familiares de aquellos a quienes se hizo desaparecer, es importante que se avance en verdad y justicia”, agrega.
Por su parte, Brandt explica que «las víctimas del trabajo forzado, la tortura y el abuso necesitan un apoyo concreto. Es hora de que las palabras sean finalmente seguidas de acción”.