Todo el mundo tenía puestos los ojos en Argentina y la final de la Copa Libertadores en lo que es considerado el “megasúperclásico” por la FIFA entre los equipos más famosos y ganadores de ese país, River Plate y Boca Juniors, pero todo quedó suspendido hasta mañana domingo tras los serios incidentes ocurrido al ingreso del autobús que llevaba al cuadro “bostero”.
Antes de ingresar en el estadio Monumental de Buenos Aires, donde se jugaría el partido de vuelta de la gran final de la Libertadores, el bus que llevaba al conjunto “xeneize” fue atacado por hinchas “millonarios”, que lanzaron piedras y botellas hiriendo a varios jugadores y obligando la reevaluación sobre si estaban dadas las condiciones para jugar la gran final.
Una vez ocurridos los incidentes, el presidente de Boca Juniors, Daniel Angelici, manifestó que no existían condiciones para jugar el encuentro decisivo por el título. Sin embargo, el presidente de River Plate, Rodolfo D’Onofrio, había logrado persuadir a su colega de que aceptara jugar el encuentro este mismo sábado pero con algún retraso hasta garantizar la seguridad de los jugadores dentro del estadio, pero con el correr de las horas y con más y más reuniones a puertas cerradas, la decisión final fue suspender el encuentro un día, hasta el domingo a las 17 horas, después de barajarse varias opciones.
«Un equipo no puede jugar y el otro no quiere ganar en estas condiciones. Esto es fútbol y no una guerra. Se llegó a esta decisión luego de un acuerdo entre ambos clubes«, declaró el paraguayo Alejandro Domínguez, presidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) en una improvisada rueda de prensa.
Los incidentes se saldaron con 29 detenidos y fueron numerosas las reacciones procedentes de todo el mundo quejándose del deplorable espectáculo ofrecido por el fútbol argentino en el día que debía haber supuesto una gran celebración.
La decisión de suspender se tomó después de que los jugadores heridos fueron atendidos en el hospital de Otamendi, donde se chequearon lesiones como una úlcera en el ojo producida por un cuerpo extraño, en el caso del capitán de Boca Juniors, Pablo Pérez.
Además, los jugadores del club visitante se quejaron de haber sido expuestos a gas pimienta que, al parecer, fue arrojado por la policía para dispersar a los agresores. «Fue muy confuso, evidentemente las fuerzas de seguridad fueron desbordadas, había mucha gente. Para protegernos tiraron gases lacrimógenos y los gases ingresaron a los micros (autobuses)», explicó luego el directivo César Martucci.
Así quedó el micro de #Boca
Esto es mucho peor que el famoso partido del «gas pimienta».
En esa ocasión le dieron por ganado el partido a #River
Q hará esta vez la @CONMEBOL ?#CopaLibertadores pic.twitter.com/FagFKC6kCD
— Diego Brancatelli (@diegobranca) 24 de noviembre de 2018
¡La GRAN FINAL de la #CopaLibertadores podría suspenderse por los incidentes en contra de los jugadores xeneizes! pic.twitter.com/8d9LTfJLdu
— Azteca Deportes (@AztecaDeportes) 24 de noviembre de 2018
Desde adentro del camión de Boca Juniors así se vivió la agresión de la hinchada de River 😓
(Vía @SC_ESPN) pic.twitter.com/euHu2NiIfC
— ESPN.com.mx (@ESPNmx) 24 de noviembre de 2018
Así está Pablo Perez, Jara está en el hospital, Tevez está vomitando, intoxicado. Cómo pretende la #CONMEBOL que se juegue el partido? Son una vergüenza! #BocaRiver #CopaLibertadores pic.twitter.com/CEK9Hh9X3I
— Alejandro Farffann (@farffanntastico) 24 de noviembre de 2018
Un papelón mundial que refleja la decadencia de la sociedad argentina. ¿Falló la seguridad? si, pero esto es mucho más profundo, vivimos en un país que perdió los valores, la dignidad, el respeto, la tolerancia, y que ya no tiene remedio. #Conmebol #RiverBoca #CopaLibertadores pic.twitter.com/vdJfl4kmdZ
— Roberto Martin (@robertofmartin) 24 de noviembre de 2018
Así se ve por dentro el autobús de Boca… #CopaLibertadores pic.twitter.com/LTYluWsemm
— Sopitas (@sopitas) 24 de noviembre de 2018