Uno de cada cuatro chilenos preferiría que entraran a robar a su casa o sustrajeran su auto antes que hackeen sus redes sociales y las bloqueen para siempre, según reveló un estudio regional1, desarrollado por primera vez por Kaspersky Lab en conjunto con la consultora chilena de estudios de mercado CORPA. De acuerdo al sondeo, los que más estarían dispuestos a vivir tales situaciones son hombres de entre 18 y 24 años, pertenecientes principalmente a los segmentos ABC1 y C3. Por el contrario, quienes menos optarían por esto son mujeres de entre 35 y 50 años del segmento socioeconómico C2. A nivel latinoamericano, en tanto, los que llevan la delantera al respecto son los colombianos, con uno de cada tres dispuesto a sufrir el robo de su automóvil o vivienda, en vez del bloqueo de sus redes. Le siguen los brasileños (27%), argentinos (25%), peruanos (24%) y mexicanos (22%).
Según el estudio, que se enmarca en la campaña “Resaca Digital” promovida por la compañía global de ciberseguridad para concientizar sobre los riesgos a los que están expuestos los usuarios cuando navegan sin precaución, los internautas chilenos pueden convertirse en presa fácil de los ciberdelincuentes debido a una serie de comportamientos descuidados.
Por ejemplo, el 18% de los encuestados no cuenta con una contraseña de acceso a sus dispositivos móviles, el 43% ha compartido su clave de ingreso a smartphones y tablets, el 47% ha facilitado sus datos personales en al menos cinco páginas web, y el 85% deja abierta sesiones en sus dispositivos móviles.
Esta excesiva confianza de los usuarios podría derivar en más de una problemática. El hackeo a un perfil social, como Facebook o LinkedIn por ejemplo, puede conducir -entre otras cosas- a la suplantación de identidad, permitiendo que el cibercriminal publique comentarios o imágenes que pueden comprometer la reputación del individuo; o incluso al robo total de la identidad de la víctima.
De hecho, de acuerdo a la encuesta, casi el 20% de los consultados declara haber sido hackeado y, de esta cifra, la mayoría corresponde a mujeres de entre 18 y 24 años pertenecientes al segmento ABC1. En tanto, los que menos hackeos dicen haber sufrido son hombres de entre 35 y 50 años del segmento socioeconómico C3.
“Una gran parte de estos ataques se produce por los malos hábitos que tienen los internautas y porque muchos de ellos claramente no dimensionan los peligros a los que se exponen cuando navegan”, recalca Dmitry Bestuzhev, director del Equipo Global de Investigación y Análisis de Kaspersky Lab en América Latina. “De hecho, la gran mayoría parece aislar su vida digital de su vida actual y no caen en cuenta en que lo que hacen o pase en línea afecta su vida fuera de línea”.
Seguridad mermada
El estudio arrojó además que 63% de los chilenos no lee las condiciones de una aplicación antes de descargarla en sus dispositivos porque las considera extensas y aburridas, o porque no cree que esto lo perjudique, mientras que un 8% no lo hace porque no las entiende. En tanto, el 49% admite no contar con una app de seguridad y un 34% tiene instalada una, pero solo un 3% cuenta con una versión paga que incluye soluciones más completas y personalizadas. Por último, el 17% de los encuestados no sabe si la tiene.
En la misma línea, el 33% admite haber desactivado una o varias veces su solución de seguridad en su PC o celular porque no le permitía descargar una app. Los hombres optan más por hacerlo, con un 42% versus las mujeres con un 24%. De quienes la desactivaron, el 44% corresponde a jóvenes de entre 18 y 24 años, mientras que un 18% de los consultados ni siquiera sabe si alguna vez la desactivó.
“Desactivar la solución de seguridad del smartphone o tablet es un grave error, pero no tener instalada una lo es aún más. Existen muchas opciones en el mercado, gratuitas incluso, que permiten mantener protegidos los dispositivos, aunque sea de forma básica”, destaca el especialista. Y añade que “mientras los usuarios no le den la misma importancia a la seguridad digital a la que le dan a sus perfiles de redes sociales o a su vida fuera de línea, los ciberdelitos continuarán ocurriendo. Es ingenuo pensar que no nos pasara nada. A cualquiera le pueden robar dinero, claves, información personal. Los ciberdelitos aumentan cada día más y nadie está libre de ellos”.