Este domingo, en París, Francia, se recuerda de manera solemne el centenario del fin de la Primera Guerra Mundial o la «Gran Guerra», que dejó más de 10 millones de soldados muertos y que marcó el inicio de la caballería blindada, el uso de las primera armas químicas y otros horrores para «exterminar» al enemigo. Desde entonces que el mundo es inestable.
Hoy con cerca de 70 los jefes de Estado y de Gobierno los que asisten a la ceremonia conmemorativa del centenario del armisticio entre las Potencias Aliadas y Alemania de la Primera Guerra Mundial que se celebra en el Arco de Triunfo de París.
La mayoría de los mandatarios recorrieron a pie, bajo la lluvia, los últimos metros de la avenida de los Campos Elíseos para llegar hasta el Arco del Triunfo, mientras de fondo tañían las campanas de las iglesias de París. Antes, los dignatarios habían sido recibidos por Macron y su esposa Brigitte en el Palacio del Elíseo.
Como era obvio, Llegaron de forma separada, y un poco más tarde que el resto, los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, y de Rusia, Vladimir Putin, que aterrizó en París con retraso esta mañana, señala DW.
En los prolegómenos de la ceremonia, dos militantes del colectivo Femen protagonizaron un incidente al saltarse las barreras e irrumpir con el torso desnudo en los Campos Elíseos al paso de la caravana en la que viajaba Trump. Las fuerzas del orden francesas las redujeron rápidamente y las sacaron al exterior del cordón de seguridad. Cerca de 10.000 agentes han sido movilizados para garantizar la seguridad en París en esta jornada.
Macron comenzó los actos, seguido por su primer ministro, Édouard Philippe, y su ministra de Defensa, Florence Parly, con una breve revista de tropas y un homenaje a la bandera mientras sonaba el himno nacional francés, «La Marsellesa».
El acto más solemne, junto al discurso del jefe del Estado francés, será el recuerdo a los muertos en la Gran Guerra en el lugar donde se encuentra el monumento al soldado desconocido.