Aunque todavía falta que se decanten algunos resultados, la prensa y los analistas ya sacan cuentas con respecto a las elecciones de medio mandato realizadas el martes en Estados Unidos, puesto que la lectura que se realiza este miércoles es que si bien no hubo una «ola azul” con triunfos demócratas, como algunos esperaban, la oposición a Donald Trump sí puede celebrar gracias al triunfo obtenido en la cámara baja.
Los republicanos, en cambio, pueden respirar tranquilos por haber conservado ciertas gobernaciones que estaban en riesgo y por haber ampliado su dominio en el Senado: tienen 51 senadores confirmados, otra victoria en Florida es casi segura y se vislumbra una en Arizona. En Misisipi habrá el 27 de noviembre una segunda vuelta. En caso de ganar, el partido sumaría 54 de los 100 puestos en el Senado.
Que los republicanos mantengan el Senado prácticamente le garantiza a Trump que no será tumbado en un «impeachment» después de que los demócratas abran en la Cámara de Representantes las investigaciones contra él que pretenden, ya que para aprobarlo se necesitaría el apoyo de 67 de los 100 senadores. Pero por seguro al mandatario le quedan dos años de gobierno incómodos por delante hasta que se presente a la reelección en 2020.
«Mañana será un nuevo día”
Distinto es el escenario en la Cámara de Representantes, puesto que la proyección de las cifras, a falta de la mayoría de estados de la costa oeste, apuntan a que los demócratas han logrado al menos los 23 asientos que necesitaban arrebatar a los conservadores para hacerse con la mayoría, un número que podría ampliarse hasta en otros diez escaños.
El recuento de New York Times les otorga 229 bancas, frente a 206 de los republicanos. Hasta ahora, los republicanos tenían 235 escaños contra 193 de los demócratas y 7 vacantes.
Durante su discurso de victoria, la líder demócrata de la cámara baja, Nancy Pelosi, aseguró que «mañana será un nuevo día en Estados Unidos. Recuerden esta sensación: es el poder de ganar (…) Ahora de lo que se trata es de restaurar la Constitución, el sistema de ‘checks and balances’ (controles y contrapesos) frente a la administración Trump«, aseguró.
En el caso de las elecciones a gobernador, los demócratas consiguieron ganar cuatro nuevos estados.