Después de dos años desastrosos en términos electorales, el Movimiento Gremial, fundado por el asesinado senador Jaime Guzmán, consiguió un triunfo –simbólico– en las últimas elecciones en la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica (FEUC).
La primera mayoría en primera vuelta y un 42% en las urnas en la segunda vuelta que, a pesar de no alcanzar para arrebatar la organización estudiantil a Nueva Acción Universitaria (NAU), sí les dio la motivación suficiente para seguir trabajando en recuperar la federación para para la centro derecha.
En conversación con Infogate, Ignacio Palma, estudiante de ciencias políticas y derrotado candidato a presidente del Movimiento Gremial (MG), comentó sus impresiones sobre los comicios desarrollados esta semana en la casa de estudios.
¿A qué se atribuye esta derrota electoral?
Antes de pensar en una derrota, hay que mirar cómo estaba el Movimiento Gremial hace un par de años atrás. En los últimos dos años nos quedábamos no sólo en primera vuelta, sino que salíamos en último lugar. Esta elección, si bien es cierto, no la logramos ganar, pero la vemos de una manera muy positiva en el sentido que fue un avance tremendo. No solamente por estar en segunda vuelta, sino que lo hicimos pasando como primera mayoría.
¿Qué fue lo que faltó?
Hay ciertas carreras donde nosotros, años atrás, nos iba muy bien, como derecho, comercial, ingeniería, College, agronomía entre otras y la misión que nos planteamos fue recuperarnos en lugares donde fuéramos fuertes. Lo hicimos y en esas carreras sacamos primera mayoría. El trabajo ahí quedó más consolidado y lo que falta es hacernos cargo de trabajar en lugares donde no nos va bien, como puede ser educación, química, matemáticas, etcétera. Carreras donde ganó el NAU y admitimos que no tuvimos un trabajo tan contundente.
¿La campaña se vio mermada luego que te denunciaran por acoso?
Fue una maniobra muy baja. No sólo por quienes la escribieron, sino también los movimientos que se aprovecharon para atacarnos públicamente. Por suerte en la primera vuelta, la mayoría de nuestros compañeros, logró ver la falsedad y crueldad que había detrás de eso y, de todas maneras, votaron por nosotros pasando a la segunda vuelta como primera mayoría. Si el gran objetivo de la acusación y el ataque era que nos fuera mal no fue así. Yo tengo mi conciencia tranquila porque nunca he hecho algo por el estilo. Me auto denuncié a la secretaría general y a Fiscalía para que se investigue rápido y no solamente se demuestre mi inocencia, sino que acá hay personas que buscaron hacer injurias y calumnias con tal de ganar una elección.
¿Cuál es el trabajo que debe hacer el Movimiento Gremial para recuperar la FEUC?
Mantener el buen trabajo que se hizo en carreras numerosas y enfocarnos en aquellas donde se ha demostrado que pueden ganar nuestras ideas si trabajamos durante el año, especialmente construcción, medicina, pedagogía, etcétera. Lugares donde hemos logrado buenos resultados. Ese es un diagnóstico transversal en el equipo y ese debe ser el enfoque.
¿Qué relegó al Movimiento Gremial en la PUC?
Existe otro movimiento que es Solidaridad y reconocemos que venían haciendo un buen trabajo en término de posicionar liderazgos, quizás nos quedamos un poco atascados por eso. En 2016 nos fue muy mal en la elección y planteamos la necesidad de trabajar a largo plazo. El año pasado no pasamos a segunda vuelta pero aumentamos el porcentaje de nuestra votación, ganando una consejería superior con Javiera Rodríguez y eso nos dio piso para trabajar y recuperar el espacio que teníamos antes.
¿La historia no preponderante en la elección?
Nuestros compañeros no juzgan tanto la cantidad de años que tiene el movimiento y valoran más los liderazgos que hay en las distintas listas. Este año logramos armar una lista con personas ligadas a distintas carreras, con liderazgos en centros de alumnos, proyectos sociales y consejerías territoriales. La misión ahora es no descuidar eso, seguir preocupados de tener personas en todos los espacios de representación, líderes con ganas de servir a los compañeros porque, al final, eso busca el votante promedio y la gente valora.
En temas de contingencia, ¿Qué derecha se necesita? ¿La valórica y populista de Jair Bolsonaro o una más cercana a la de Sebastián Piñera?
Más que personificar, hay que hacer un trabajo para generar una derecha más transversal y unida. Desde el Movimiento Gremial trabajamos este año para que dentro del movimiento convivieran liberales y conservadores sin problemas, porque la diferencia del gremialismo con los partidos políticos de derecha es que buscamos hacer un proyecto universitario y estudiantil, no un partido político más. Creo que en la universidad es más factible que a nivel nacional convivir dentro de una agrupación teniendo principios y posturas distintas. En eso avanzamos mucho este año, en la lista habían liberales y conservadores, pero compartíamos principios básicos y posturas respecto a la universidad que, al final, nos mantuvo unidos y con enfoque.