Hace 38 años, John Lennon y Yoko Ono iban caminando por las calles de Nueva York como lo habían hecho un millón de veces, al llegar a su departamento, Lennon fue recibido por un fan que le pidió un autógrafo, pero horas después de sacar papel y pluma y conseguir lo que quería, Mark David Chapman volvió a la casa del ex Beatle con una pistola y le disparó. John murió un 8 de diciembre de 1980 por sus heridas y el mundo entero entró en duelo por haber perdido a una de sus más grandes estrellas.
Chapman fue arrestado y condenado a pasar el resto de sus días en prisión por su crimen, y ahora, casi 4 décadas después, está intentando nuevamente recuperar su libertad. El famoso asesino se presentó frente a la comisión que podría otorgarle la libertad condicional y, según The Associated Press, les confesó que por fin siente vergüenza y remordimiento por lo que hizo ese día terrible.
«Hace treinta años no podía decir que sentía vergüenza y sé qué vergüenza es ahora», dijo en la audiencia que se realizó en el mes de agosto, después agregó que, con cada año que pasaba, sentía más y más pena por lo que había hecho.
Los documentos de la audiencia acaban de ser publicados y revelan que la Board of Parole volvió a rechazar su petición, ya que “mitigaría la seriedad de su crimen” y podría poner en peligro, tanto al público como al mismo Chapman, ya que no pueden descartar la posibilidad de que, si el liberado, alguien busque vengarse por la muerte de su ídolo.
En la audiencia, Chapman dio más detalles sobre lo que había pasado, comentó que Lennon había sido amable con él y que eso lo hizo dudar sobre si debería o no cometer el asesinato, pero para ese punto «Estaba demasiado involucrado en eso». Chapman comentó «Recuerdo haber pensado, ‘Hey, ahora tienes el álbum. Mira esto, él lo firmó, solo ve a casa’. Pero no había manera de que solo fuera a casa».
En su testimonio, el asesino condenado acepta que este fue un crimen sin sentido, que lo hizo para llamar la atención y que no tenia nada contra Lennon y que consiguió las balas más letales que pudo conseguir (unas hollow-point que causan más daño que otros tipos de bala) para “asegurarme de que muriera”, pero comentó, y esto es difícil de creer, que estaba preocupado porque Lennon no sufriera.
Mark David Chapman ahora es un cristiano renacido, reconoce que sus acciones van a vivir “aun después de que yo muera”, pero sostiene que está arrepentido y que ha cambiado lo suficiente como para reintegrarse a la sociedad.
La Board of Parole no está convencida y le respondieron que «De nuestra entrevista y revisión de sus registros, encontramos que su liberación sería incompatible con el bienestar de la sociedad y despreciaría la gravedad del delito y socavaría el respeto a la ley».
Champan tendrá una nueva oportunidad para pedir su libertad en 2020.
Fuente: GQ