El Presidente Sebastián Piñera anunció este lunes la necesidad de modernización del Consejo de Defensa del Estado (CDE), entre cuyas modificaciones se encuentra el tiempo de permanencia en el cargo de los consejeros, colocar mayores requisitos para acceder al organismo y la dedicación exclusiva de sus miembros.
Piñera se refirió a estos cambios luego de la salida de la polémica consejera Javiera Blanco durante el fin de semana, indicando que “fue su decisión, entiendo que sus propios consejeros le recomendaron hacerlo y yo voy a designar, con mucha preocupación y reflexión, al futuro consejero”.
Además, el mandatario dijo que se enviará un proyecto de ley que contempla establecer requisitos más exigentes para los candidatos a ser consejeros del CDE, “establecer también dedicación exclusiva a esta importante tarea y fijar plazos más razonables, porque hoy los consejeros, una vez elegidos, duran hasta que cumplan 75 años”.
“Nosotros pensamos que eso es excesivo y que hay que poner un plazo que lo discutiremos entre 8 y 10 años”, expuso a El Mercurio.
Piñera no quiso ahondar más en el tema de la salida de Blanco, indicando que la decisión fue tomada por ella y “lo hizo en parte por la incomodidad que sentía todo el resto de sus compañeros con su presencia en ese consejo”.
En cuanto al perfil que debiera tener quien reemplazará a Blanco, Piñera sostuvo a La Tercera que “lo más importante es que tenga una sólida formación jurídica, que tenga un gran compromiso con la defensa de los intereses del Estado, una gran vocación de servicio público y que le dé garantías y seguridades a todos”.
Piñera también se refirió a la crisis que atraviesa la Iglesia Católica chilena, específicamente con las últimas expulsiones de religiosos, ante lo que aseveró que lo conversado con el Papa Francisco abordó estos temas.
“Por supuesto que, velando por el bien común de todos los chilenos, a nuestro gobierno le interesa que se busque la verdad, se haga justicia, se condene a los responsables y se ayude a las víctimas. Y ese es un tema que conversamos con el Papa”, explicó a El Mercurio.
El mandatario expresó que tales abusos han durado mucho tiempo, “ha habido tanta oscuridad o encubrimiento, que sin duda, para sanar las heridas, requiere una acción muy comprometida, con mucha voluntad y rapidez”.
