Este miércoles Europa ha dado una muestra más de apoyar medidas que eviten el colapso del planeta por la contaminación producida por el plástico.
El Parlamento Europeo votó a favor de una prohibición en toda la Unión Europea (UE) de plásticos de un solo uso como bolsas de compras ligeras, bastoncillos para los oídos, cubiertos y pajitas de plástico, lo que allana el camino para las negociaciones con los Estados miembro sobre esta cuestión.
Recordemos que en mayo pasado, la Comisión Europea presentó una propuesta para prohibir vajillas y cubiertos desechables de plástico, las pajitas, los palos para sostener globos, entre otros, en un intento de combatir la enorme contaminación de los océanos con este material.
La Comisión argumentó entonces que hay que tomar medidas para proteger los océanos, donde acaban al año 500.000 toneladas de basura plástica. Más del 80 por ciento de la basura de los mares es plástico.
Los legisladores europeos reforzaron en parte la propuesta de la Comisión, al fijar objetivos vinculantes para el uso de determinados artículos y extender la lista de productos a ser prohibidos. Una gran mayoría votó a favor de las nuevas medidas.
Ahora el Parlamento Europeo deberá negociar con los Estados miembro las medidas definitivas a ser adoptadas. Si se produce un acuerdo para el año próximo, la legislación entrará en vigencia para 2021.
Pero el Parlamento quiere ir más lejos que la Comisión y sugiere que también desaparezcan del mercado los productos de plástico oxo-degradable y los contenedores de comida rápida de poliestireno expandido.
El consumo de determinados productos que resultan contaminantes, pero para los que no existe alternativa, tendrá que reducirse al menos el 25 por ciento para 2025, categoría en la que se incluyen los envases de un solo uso para hamburguesas, frutas, verduras, postres y helados.
Además, los Estados miembros de la UE tendrán que diseñar planes nacionales para incentivar el uso de productos que puedan ser reutilizados o reciclados.
Otros plásticos, como las botellas para bebidas, deberán recogerse separadamente y su porcentaje de reciclaje tendrá que alcanzar el 90 por ciento en 2025, tal y como proponía la Comisión.
La Eurocámara también reclama «medidas específicas» para los filtros de cigarrillos cuyos residuos deberán reducirse en 50 por ciento para 2025 y 80 por ciento para 2030, ya que una colilla puede contaminar entre 500 y 1.000 litros de agua y puede tardar hasta doce años en desintegrarse, según el Parlamento Europeo.