La reciente visita de la presidenta de la UDI y senadora, Jacqueline van Rysselberghe, al candidato de la ultraderecha de Brasil, Jair Bolsonaro, todavía causa polémica y le entrega un problema al gobierno luego que asegurara que el ministro del Interior, Andrés Chadwick, estaba al tanto del viaje y que estuvo de acuerdo con el encuentro.
En declaraciones a T13, la legisladora de derecha explicó que el martes conversó con el titular del Interior “porque nos parecía pertinente, si la intención era dar a conocer esta voluntad política, nos parecía que el gobierno tenía que estar al tanto y desde esa perspectiva se lo informamos y ellos estuvieron de acuerdo con el tema”.
Además, precisó que en la cita solamente se abordó el tema económico y la aceleración del TLC con Brasil en caso que Bolsonaro llegue al poder.
Sin embargo, a renglón seguido sostuvo que “desde el punto de vista político, sí nos gusta que la izquierda esté siendo derrotada y espero que a este gobierno, el de Bolsonaro, le vaya bien”.
Asimismo, explicó que en el caso que Bolsonaro fuese chileno “no estaría en la UDI, a Bolsonaro no lo eligió la UDI, lo eligieron los brasileños, comparto ese tema, pero creo que también hay que tener un pragmatismo. Si una persona de esa manera quiere generar una alianza con gobiernos que creen en una economía abierta y de libre mercado, es un error darle con la puerta en la cara”.
Van Rysselebergue también abordó el quiebre que produjo su visita a Bolsonaro al interior del partido, el cual está en un proceso de elecciones internas para la conformación de la mesa directiva, incluyendo las críticas que recibió de parte de su contrincante, el diputado Javier Macaya.
En ese sentido, explicó que le llama la atención el ambiente de convulsión que se generó, añadiendo que “es curioso que las críticas surjan solo de quienes son mis competidores, porque no fueron de Evópoli o de RN, sino de quien estaba en competencia interna y aquí lo que hay que hacer es mirar un poquito más el beneficio del país”.
Finalmente, la timonel del gremialismo también comentó los polémicos dichos de Bolsonaro y que lo han llevado a ser tildado de homofóbico, racista y misógino, afirmando que «es sano decir lo que uno piensa y plantear las ideas con claridad, sin miedo, sin vergüenza y sin temor y desde esa perspectiva me parece que eso corresponde. Ahora, no todas las personas que dicen lo que piensan dicen cosas correctas, pero yo creo que es bueno que las cosas no siempre sean políticamente correctas, sino que sean más bien transparentes«.
