El ex ministro del Interior británico, Jack Straw, recordó el episodio de la detención del dictador Augusto Pinochet en Londres a 20 años de haber ocurrido, haciendo al mismo tiempo un mea culpa respecto a libertad que le otorgó posteriormente.
En una entrevista en El Mercurio, Straw aseguró haberse enfurecido cuando Pinochet regresó a Chile, ya que al pisar tierra chilena se levantó de su silla para saludar a sus partidarios.
En sus comentarios, el ex ministro asegura que el desaparecido dictador chileno engañó el sistema británico, porque “fue examinado por médicos designados por la embajada de Chile, quienes sorprendentemente consideraron que no era apto para presentarse a juicio. Luego dispuse que fuera examinado por médicos independientes, que usualmente eran utilizados para los procesamientos, quienes llegaron a la conclusión de que no estaba en condiciones de presentarse en el juicio debido a su condición médica”.
“Así que decidí, muy a regañadientes, liberarlo. Pero cuando llegó a Santiago de Chile y se levantó y caminó … básicamente, se burló del criterio por el que tomé una decisión. Eso me sugirió que había tratado de engañar a los médicos… me enfureció mucho”.
En ese sentido, Straw asegura que en retrospectiva “si hubiera sabido que de ninguna manera estaba tan enfermo como decía, me habría negado a liberarlo. Pero luego, lo que habría ocurrido es que yo también habría sido sujeto a procedimientos judiciales”.
“Forzado con la abrumadora evidencia, incluidos mis propios asesores médicos, de que no era apto para un juicio, habría tenido muy pocos motivos para defenderme si hubiera ido a la corte. Tengo claro que la decisión que tomé, con la información que tenía en ese momento, fue la correcta”, aseguró.
El ex ministro del Interior británico también sale al paso que era mejor que Pinochet hubiese sido extraditado a España, país que debería haber decidido “qué hacer, podrían haber tenido un proceso judicial para ver su estaba en condiciones de presentarse en el juicio. Pero creo que el hecho de que estuviera encarcelado en Gran Bretaña durante 16 meses ayudó a cambiar el rostro de la política chilena”.
Sobre ese aspecto, explicó lamentar que la evidencia médica no se examinó ante un tribunal y “sé que mucho más tarde, en Chile, un tribunal llegó a la misma conclusión, de que él no estaba en condiciones de comparecer, pero eso fue algunos años después”.
Straw también reconoce haber recibido presiones políticas por el tema Pinochet, pero aseguró que se aisló de eso negándose a hablar con gente.
“En la Cámara de los Comunes había muchas opiniones diferentes y se me acercaban para intentar persuadirme de una manera u otra. Pero yo tenía que decir: “Por favor, no me hable de esto”. Y si me habla de esto, tendré que revelar nuestra conversación sí es que va a la corte. Y también tuve que decirle eso al primer ministro Tony Blair, porque en varias ocasiones quiso hablar conmigo respecto. Y le dije: “Tony, no tiene sentido que me hables de esto… porque su va a la corte, lo que ciertamente sucederá, tendré para poner en una declaración jurada con quien he hablado, y usted será uno de ellos. Y no creo que nada bueno pueda salir de ello”.
También admitió que la ex primera ministra Margaret Thatcher ejerció presiones para liberar a Pinochet, ya que “ella estaba enojada por mi pretensión sobre Pinochet y le escribió a Tony Blair sobre eso. Le preguntó si era apropiado que el ministro de Interior se guiara por las opiniones de los particulares, pero no tenga en cuenta las del primer ministro”.