Este jueves se conoció un reclamo de la comunidad fronteriza de Villa O´Higgins en el extremo de la Región de Aysén, donde se encuentra el lago binacional O´Higgins y San Martín, reclamó y con justa razón por una incursión de militares argentinos que hicieron una expedición de reconocimiento en el área de Campo de Hielo Sur, según divulgó un medio de Neuquén. (Ver Nota: Molestia en Aysén por excursión militar argentina a zona limítrofe pendiente de demarcación )
El tema, aunque sensible, en Santiago es minimizado y casi tomado a la chacota por parte del Canciller Roberto Ampuero, que desde Alemania le bajó el perfil al hecho asegurando que: «Es algo que está contemplado dentro de lo que son nuestras relaciones, yo no vería ninguna cosa dramática en esto».
Lo curioso de los dichos de Ampuero, es que si se comparan con las repuestas que se le dan a Bolivia y su ya sempiterna reclamación, el tono y el lenguaje es totalmente distinto y si lo comparamos en la historia se puede observar que ante las provocaciones bolivianas el tono es duro y ante las mismas provocaciones argentinas el tono es más bien de sumisión, como si le tuvieran miedo a responderle enérgicamente a Buenos Aires que siempre ha tenido intenciones expansionistas con Chile.
Negarlo sería una falta de responsabilidad, pero se hace, a la Argentina se le ha aguantado casi todo, es cosa de recordar la pérdida de Laguna del Desierto, muy cercana a la Villa O’Higgins.
Ampuero mostró que con Argentina el tono y el modo es otro que con La Paz: «Estamos pasando por un gran momento en las relaciones con Argentina, y recuerden que nosotros tenemos con Argentina un acuerdo firmado en 1998, donde se establece que estamos fijando lo que es el límite, las fronteras en la zona sur cerca del campo de hielo sur, estamos trabajando en eso (…) Hay una parte donde todavía no lo hemos determinado ni marcado de forma precisa y lo que rige es que no se necesita permiso para entrar a esos territorios por parte de Argentina o de Chile».
La expedición militar trasandina se inició con una marcha motorizada a la localidad de El Chaltén, para luego internarse por Campo de Hielo Sur, frente a la provincia de Santa Cruz. Aunque la caravana militar no habría ingresado a territorio chileno, el Circo de los Altares se encuentra en el área pendiente de demarcación, advirtieron desde la Villa O’Higgins, pero como está tan lejos de Santiago y de los “empolvados” no importa mucho.
Pero el hecho de la expedición de estos militares no es un hecho aislado, Argentina viene trabajando en varios temas que se relacionan directamente con Chile como es la pretensión territorial en la Antártica y la llamada Plataforma Continental que ya presentó ante Naciones unidas y que como era de esperar Chile aún no la presenta.
Temas que para Santiago son lejanos pero que son relevantes para la geopolítica chilena que deberá enfrentar la realidad en un corto plazo y verá cómo la Argentina tendrá acceso casi directo al Pacífico en los reservorios de agua dulce más importantes de América del Sur, y que para ello Argentina decretó que esos reservorios y otros que posee el vecino país son “estratégicos” y por lo tanto están bajo protección militar en Chile en cambio, pareciera que los principales reservorios están en manos de transnacionales.
Por ahora la incursión militar argentina pareciera inofensiva pero revela cómo la Casa Rosada, pesar de la precariedad de sus FFAA, sigue manteniendo una verdadera política de Estado en el tema territorial y no se compra la falacia de la “cuerdas separadas” como tanto le gusta a Chile.