Este lunes se conoció un documento escrito a mano por el Papa Francisco y dirigido al presidente de la Conferencia Episcopal de Chile (CECh), Santiago Silva, en el que el Pontífice señala: «Quedé impresionado por el trabajo de reflexión, discernimiento y decisiones que han hecho. Que el Señor les retribuya abundantemente este esfuerzo comunitario y pastoral». «Estoy seguro de que ayudarán decididamente en todo este proceso», manifestó, además -dice la nota- dio las gracias al presidente de la CECh por «este ejemplo edificante».
El pontífice asegura que recibió y leyó con atención el documento que los 34 obispos de la CECh difundieron el pasado viernes (3.08.2018), al finalizar una asamblea plenaria extraordinaria de cinco días para analizar la profunda crisis que vive el clero por las denuncias de abusos.
La misiva se conoce justo el día en que el cuestinadísimo y repudiado cardenal Ricardo Ezzati además de no celebrar el Te Deum Ecuménico por la Independencia de Chile ahora deja la Cancillería de la Pontificia Universidad Católica (Ver nota: Cardenal Ezzati da señales de alejamiento de la vida pública…)
En esa declaración, la Iglesia chilena pidió perdón a las víctimas de abusos y reconoció su error «al no escuchar, creer, atender o acompañar a las víctimas de graves pecados e injusticias cometidas por sacerdotes y religiosos». Los obispos chilenos anunciaron una serie de medidas y compromisos para comenzar a enmendar el daño causado, entre las que destaca la publicación de todas las investigaciones canónicas sobre denuncias de abusos sexuales contra menores de edad, reseña una extensa nota del a alemana DW.
La Iglesia se comprometió a avanzar en la reparación de las víctimas de abusos y a elaborar e implementar un «protocolo de buen trato» para fomentar relaciones basadas en el respeto en ambientes parroquiales, comunitarios y educativos. Además publicó en el sitio web de la CECh una listacon los nombres de 42 sacerdotes y un diácono condenados, por la Justicia civil o la canónica, por abusos sexuales a menores.
Iglesia chilena en el el suelo
Sin embargo, según los resultados de una encuesta publicados durante esta misma jornada por la consultora Cadem -vinculada a la centroderecha-, el 76 % de los chilenos rechaza la forma en que la Iglesia católica ha enfrentado la crisis por los abusos sexuales o de poder cometidos por miembros del clero. En el otro lado de la balanza, solo un 19 % respalda la forma en que la jerarquía católica ha afrontado la situación.
El porcentaje de personas que se declaran católicas llegó al 46 %, la cifra más baja desde que la encuesta comenzó a medir a la institución religiosa, en 2015. La cifra supone además un descenso de 8 puntos desde el 54 % alcanzado la vez anterior en que Cadem incluyó el tema en su encuesta, el pasado enero. En cambio, quienes se declaran ateos o que no profesan ninguna religión llegaron al 33 %, 8 puntos más que en enero, mes en que el papa visitó Chile.
En ese contexto, todas las características vinculadas con la Iglesia católica tienen ahora una mayor evaluación negativa que positiva, con un 83 % que considera que la Iglesia no es honesta ni transparente, un 73 % que no es humilde, un 67 % que es poco cercana y un 66 % que opina que la institución no se adapta a los nuevos tiempos. Asimismo, un 96 % cree que la Iglesia oculta o protege a los sacerdotes acusados de abusos y un 39 % considera que los casos de abusos sexuales abarcan a la mayoría de los curas.
Respecto al papa Francisco, un 56 % tiene una imagen muy positiva o positiva de él, 4 puntos menos que en enero. El arzobispo de Malta, Charles Scicluna, enviado por el papa a dialogar con las víctimas de abusos, tiene un 71 % de imagen positiva o muy positiva, seguido del jesuita español Jordi Bertomeu, quien lo acompañó en sus dos visitas a Chile en los últimos meses, con un 69 %. Les sigue el jesuita chileno Felipe Berríos, un sacerdote crítico de la jerarquía católica, que vive entre familias de extrema pobreza, muchas de ellas de inmigrantes, en la ciudad de Antofagasta.
La Iglesia chilena está sumida desde hace algunos meses en una profunda crisis por los casos de abusos sexuales cometidos por curas y sacerdotes, episodios que, en algunos casos, se remontan a varias décadas atrás. El papa Francisco, quien al principio minimizó la gravedad de los hechos, decidió hace algunos meses intervenir directamente en la crisis y hasta ahora ha aceptado las renuncias de cinco obispos, recuerda DW
En tanto, la Fiscalía tiene investigaciones abiertas sobre 38 casos, que involucran a 73 personas investigadas -sacerdotes diocesanos, de diversas órdenes y laicos-, y a 104 víctimas, la mayoría de ellas menores de edad en el momento de cometerse los hechos. Uno de los casos involucra al cardenal Ricardo Ezzati, arzobispo de Santiago, quien deberá declarar el próximo 21 de agosto como imputado, acusado de presunto encubrimiento de los abusos cometidos por un excanciller del arzobispado, Óscar Muñoz, que actualmente está en prisión preventiva.
La encuesta Cadem se realizó entre el 1 y el 3 de agosto e incluyó 704 entrevistas telefónicas a mayores de 18 años residentes en 192 localidades de Chile. Su margen de error es del 3,7 % y su nivel de confianza del 95 %.