Ni un saludo para alianzas logró sacar una sonrisa al ministro de Hacienda, Felipe Larraín, luego que saliera de un comité extraordinario en el Palacio de Gobierno. Una reunión a puertas cerradas entre él, su par de Trabajo Nicolás Monckeberg y el mismo Presidente Sebastián Piñera lo mostró como un actor ofuscado debido al sueldo mínimo y, según algunos datos obtenidos por infogate, el principal derrotado en este gallito del Gobierno y la oposición.
Esta jornada, las vocerías sobre el sueldo mínimo estuvieron a cargo de Nicolás Monckeberg, al igual que en los últimos minutos en que podían salvar el proyecto por su otrora condición de diputado.
Las voces interiores en Chile Vamos aluden a la tozudez del dueño de la billetera fiscal a la hora de defender el veto en el Congreso, además de los comentarios para referirse al rechazo como los responsables de este forzoso silencio en el tema que ahora experimenta. «Hay sectores en la oposición que tiene una política más obstruccionista», aseguró esta mañana.
En tanto, su par de trabajo y quien ganó el gallito político interno, ha disparado críticas pero siempre con un llamado a avanzar en nuevas iniciativas para programar y re enviar, lo antes posible, un nuevo proyecto de reajuste. Situación que se vio bien desde Palacio.
Tras el comité político, fue el ministro Monckeberg quien tomó la voz. En una entrevista desde La Moneda en TVN, aludió a que es el proyecto que más dinero entregaba a los trabajadores desde el año 2000. “Aquí llama la atención que al final del día algunos parlamentarios de la Nueva Mayoría estaban más interesados en tener un escenario político previo a las elecciones para negociar en vez de aceptar al tiro un reajuste del salario mínimo que era más que lo que se había hecho en los últimos gobiernos”, dijo el ministro. En dicha entrevista –a pesar de ser consultado por ello– no tocó el punto sobre la eventual plurianualidad en esta nueva iniciativa.
Monckeberg se mostró en la entrevista y, una vez finalizada esta, con simpatía como foco y buscando complementar la información ocurrida –entre ellos el impasse con los datos erróneos que tuvo en el Congreso– además, contrastaba con otra imagen, la de Hacienda.
A gran velocidad de camino a Teatinos 120 y casi siendo atropellado por un automóvil, el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, descartó que le hayan quitado el piso. En una breve conversación antes que le solicitaran un saludo para “alianzas”, dijo que “estamos trabajando con el ministro del Trabajo en conjunto”.
