Este jueves comenzó el juicio oral en un tribunal de Kuala Lumpur, Malasia, en que dos ciudadanos chilenos comparecen en calidad de acusados de asesinato y arriesgan la pena de muerte por la horca. Los dos chilenos han debido esperar cerca de un año presos para legar a este juicio, que parte justo en el día en que el Papa Francisco modifica Catecismo y declara “inadmisible” la pena de muerte.
La audiencia se realizó en cuatro idiomas. La fiscal habló en malayo; la abogada defensora lo hizo en inglés; el único testigo de los hechos, en chino mandarín; y los imputados, esposados el uno con el otro, contaron con un traductor en español, informan gencias internacionales.
El ingeniero Felipe Osiadacz, de 27 años, y el cocinero Fernando Candia, de 30, que se declararon inocentes, fueron detenidos hace un año en Kuala Lumpur por haber matado, supuestamente, a un malasio mientras se encontraban de vacaciones en este país del sudeste asiático.
«Los acusados están siendo juzgados por el crimen de asesinato, según la sección 302 del Código Penal», indicaron fuentes del Tribunal penal de Kuala Lumpur en un correo electrónico.
Según la versión de los detenidos, el fallecido los siguió hasta el hostal donde se hospedaban para pedirles dinero, tras lo cual se produjo un «forcejeo» en el que el malasio falleció.
De acuerdo con el informe forense, esa persona estaba «bajo la influencia de diversos estupefacientes» y los chilenos acusados alegan que lo acontecido fue «en defensa propia».
En la primera audiencia declaró el recepcionista del hotel donde ocurrieron los hechos. En su declaración, de casi dos horas frente a las autoridades judiciales, el hombre, de origen chino, narró cómo fue la situación en la que los ciudadanos chilenos se vieron involucrados y que terminó con la muerte de un tercero por asfixia.
Los abogados defensores de los chilenos pretendieron demostrar la tardía respuesta del recepcionista en llamar a la Policía una vez iniciado el incidente, pese al insistente pedido de uno de los acusados.
Durante su alegato, los defensores afirmaron que la víctima intentó usar trozos de vidrios de un espejo roto para atacar a los chilenos.
Malasia aplica la pena de muerte en la horca a los condenados por narcotráfico y homicidio voluntario.
Lo previsto es que el juicio continúe este viernes.