sábado, noviembre 23, 2024

Fallece Andrés Aylwin, el último Quijote que defendió los DD.HH. contra los molinos de la dictadura

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A sus 93 años falleció rodeado de sus familiares, producto de una insuficiente cardiaca y en lo que se denomina fase «definitiva«, Andrés Aylwin Azócar, histórico militante DC, abogado y férreo defensor de los derechos humanos.

Según informaron cercanos al ex diputado, Aylwin recibió la unción de los enfermos por parte del sacerdote Mariano Puga, recibiendo también numerosas muestras de cariño por el delicado de salud en que permaneció.

Pero quién era Andrés Aylwin, a quien muchos lo tildaron como un verdadero Quijote al luchar contra los «molinos» en la época más oscura del país junto a otros destacados juristas. Hermano de quien fuera Presidente de Chile en la transición de la dictadura a la democracia, además de ser uno de los que formó parte del grupo de los 13 que firmaron una carta en contra del Golpe de Estado de 1973.

En una de sus partes, la mencionada misiva, que se encuentra en el Museo de la Memoria, señala que “condenamos categóricamente el derrocamiento del Presidente Constitucional de Chile, señor Salvador Allende, de cuyo Gobierno, por decisión de la voluntad popular y de nuestro partido, fuimos invariables opositores. Nos inclinamos respetuosos ante el sacrificio que él hizo de su vida en defensa de la Autoridad Constitucional”.

Titulado en 1953 como abogado de la Universidad de Chile, Aylwin se integró a la Democracia Cristiana en 1957, ejerciendo como diputado en dos periodos 1965-1973, siendo interrumpido por el Golpe de Estado, recuperando el escaño entre 1990 y 1998.

Sin embargo, su trabajo más notable fue en el periodo del gobierno cívico-militar en donde destacó su labor en el Comité para la Paz y la vicaría de la Solidaridad donde luchó incansablemente por la defensa de los derechos humanos de ciudadanos que fueron apresados por militares, policía y funcionarios de los servicios de seguridad. Muchos de ellos actualmente se encuentran en calidad de detenidos desaparecidos.

En tanto, su hijo Andrés Aylwin agradeció que «las muestras de reconocimiento y admiración han sido inmensas, hacia él y lo que fue su vida de lucha en tiempos que fueron difíciles, cuando mucha gente necesitó de una mano amiga y él se las dio«.

En ese sentido, precisó que “ha sido muy emocionante acompañar al tío Andrés, ha venido gente de todas partes a saludarlo y reconocer el testimonio de una persona que luchó por los derechos humanos y la reconciliación de los chilenos«.

Añadió que fue “un político a carta cabal, ahora que está de moda hablar mal de los políticos, para mí es un orgullo ser su sobrino«.

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