El Ministerio de Defensa está estudiando modernizar la carrera militar de las tres ramas de las Fuerzas Armadas con el objetivo de contener el gasto fiscal que se gasta en el pago de pensiones, luego de las demandas por mejores jubilaciones y los diversos casos de irregularidades en la Caja de Previsión de la Defensa Nacional (Capredena).
Según señala El Mercurio, la idea de esta modernización es la de retener al personal militar que hoy está obligado a retirarse de las filas y contener el gasto fiscal que se produce al tener que cancelar las pensiones.
El subsecretario para las Fuerzas Armadas, Juan Francisco Galli, precisa que se está trabajando por dos vías, una por extender la cantidad de años de servicio activo del personal y, por el otro, en una modificación en los tiempos requeridos para obtener una pensión con una tasa de reemplazo de 100%.
Sobre el primer punto, Francisco Galli explica que se busca retener profesionales “en quienes hemos invertido muchos recursos, tiempo y esfuerzo en prepararlos, y se están yendo a retiro porque no tenemos cupos en la planta para retenerlos”.
“Se está analizando extenderlo un periodo de 3 a 5 años para la oficialidad y el cuadro permanente. La idea es que pueda llegar hasta los 41 o 43 años de servicio”, sostiene.
Un funcionario de las FF.AA. actualmente puede trabajar hasta los 38 años de servicio y de ahí pasar a retiro.
El otro punto planteado por el subsecretario es la de modificar los tiempos requeridos para obtener pensión completa, puesto que ahora el personal de las FF.AA. puede pasar a retiro a partir de los 20 años de servicio y en tal caso le corresponde una pensión equivalente a 2/3 de su último sueldo.
De esta forma, explica, se retrasa el retiro y aumenta la tasa de reemplazo hasta llegar al 100% cuando se retira a los 30 años. La propuesta busca extender dicho periodo hasta los 35 años.
La información consigna que el presupuesto de Capredena para 2018 considera gastos por caso US$1.900 millones, al tipo de cambio de hoy, de los cuales el 85% -US$ 1.580 millones- se destina al pago de poco más de 106.000 jubilaciones, pensiones y montepíos.
Los miembros de las FF.AA. cotizan actualmente el 6% de sus ingresos para pensiones, lejos del 10% que deben aportar los cotizantes del sistema de AFP, proyectándose que el presente año los beneficiarios de Capredena aportarán unos US$ 241 millones al sistema por medio de sus cotizaciones, lo cual corresponde solo al 15% del gasto total en pensiones que entrega este sistema, mientras que el 85% restante lo aporta el Estado.
El subsecretario señala que las modificaciones apuntan a la carrera militar y no a la estructura del sistema, ya que “por ahora no está considerado un alza en la tasa de cotización”.
“A ninguna persona que esté cerca de los 20 años de servicio le van a cambiar las condiciones. Probablemente sí a los que estén iniciando su carrera militar”, sostiene.
En cuanto a cambios al sistema de evaluación de las pensiones de Inutilidad de Segunda Clase, algo parecido a las pensiones de invalidez, mencionó que se han hecho cambios a nivel reglamentario que han permitido homologar el sistema de evaluación con lo que hacen los Compin en el sector civil.
Galli también explica que las dificultades que podría encontrar la propuesta en el Congreso no son muchas, ya que habría un piso político que respaldaría estas modificaciones porque “muchos militares que hoy se retiran anticipadamente lo hacen con algún nivel de frustración porque les encantaría seguir sirviendo al país. Lo que hace la modernización es permitir un alargue de la carrera y, a la vez, compatibilizarlo con un control en el gasto fiscal”.