El historiador y ultraderechista, Gonzalo Rojas, fustigó duramente a la UDI por la idea que tiene la colectividad de cambiar su declaración de principios y negar su pasado ligado al dictador Augusto Pinochet.
En su habitual columna en El Mercurio, Rojas plantea que hay razones para negar el pasado como haber sufrido un drama u olvidar algún “propósito de venganza” de alguna aniquilación, pero se pregunta qué podría la UDI no recordar si no fueron dañados por el golpe militar.
“Se dice con frecuencia en ciertos círculos ilustrados de la derecha -en fin, llamémoslo círculos ilustrados de la derecha- que, por una parte, hay que estructurar un relato, y que, por otra, lo importante es el futuro y no el pasado”, sostiene.
En ese contexto explica que “habitualmente no son los mismos los que sostienen una cosa y la otra, pero tampoco es frecuente que se ponga a ambas afirmaciones en contradicción. O sea, los que claman por un relato solo quieren que contemple el futuro: el pasado debe quedar fuera de toda mirada derechista moderna, piensa. Absurdo”.
Y continúa con su apología a la derecha, indicando que “¿no tiene la derecha de qué alegrarse en la historia de Chile? ¿No defendió habitualmente la acción civilizadora de España y de la Iglesia Católica en nuestro país? ¿No fue, con Portales y Manuel Montt, la constructora de nuestra institucionalidad? ¿No fue quien enfrentó al marxismo desde los cuerpos intermedios y la política, hasta derrotarlo en todo el cuerpo social? ¿No son los conceptos de experiencia y tradición parte de su acervo?”.
Ante estas preguntas, el historiador señala que “no, por cobardía, por comodidad, por falta de formación, por lo que sea, tantos en la derecha reniegan del pasado (es lo mismo que les pasa a algunos gremialistas de la PUC, que aunque no sean estrictamente “la derecha”, actúan como ella: no quieren ni de lejos recordar el pasado de los años 60 y 70, por temor a quedar mal con la sensibilidad del minuto actual)”.
Al respecto, Rojas también plantea que la izquierda nunca negará su pasado y pregunta si alguna vez se verá a Michelle Bachelet calificando de cómplices pasivos a los miristas, comunistas y socialista que “llevaron a Chile a la debacle con Allende” o esperar que pidan perdón por los asesinatos de los escoltas de Pinochet.
“Las izquierdas no niegan su pasado, lo afirman con orgullo, sacan pecho, quieren repetirlo. Las consecuencias de esta evidente asimetría son lamentable”, menciona.
En ese sentido, precisa que “en el debate público, la izquierda siempre usa el pasado, intenta acorralar a la derecha y esta suele huir despavorida, deshaciéndose en ridículas explicaciones. En ese clima, los historiadores declaradamente izquierdistas -y por cierto, los liberales también- encuentran la cancha despejada para excluir las aportaciones historiográficas que no les resulten aceptable”.
