Un reportaje publicado en el The Clinic da a conocer la parte más oscura del columnista y comentarista de televisión, Fernando Villegas, revelando diversas acusaciones de compañeras de trabajo por maltrato laboral, acoso sexual y comportamiento lascivo.

La nota periodística señala que una vez que se renovara el elenco del programa de Chilevisión “Tolerancia Cero”, se inició una investigación sobre el comportamiento de los panelistas, incluido el también escritor.

Al respecto, una maquilladora que actualmente trabaja en CHV y que mantuvo su nombre en reserva dijo que «lo sé porque me citaron y me preguntaron si a mí me incomodaba su comportamiento. Yo dije que no, porque soy parada en la hilacha y la primera vez que me miró el trasero y me dijo una grosería, le paré los carros«.

La misma entrevistada relata que “pero sé de otras compañeras, especialmente las que solo venían los fines de semana, que le tenían miedo y me pedían a mí que lo maquillara. Nadie lo acusaba porque una piensa para adentro: quién me va a hacer caso, el hilo se corta siempre por lo más delgado y cosas así. Lo que sé es que después de esa investigación, no le renovaron el contrato«.

También se cuenta lo que un ex directivo del diario El Financiero relata, afirmando que a principios del 90 se le dio la oportunidad de escribir la contraportada y que no tenía empacho en entrar al diario y hacerle comentarios obscenos a las mujeres que trabajaban allí.

“Lo hacía con completo y total desparpajo, pero no era disonante con la cultura de la época. Era más notoria su prepotencia, porque él consideraba que todos eran más ignorantes y tontos que él. Las mujeres también, por supuesto”, explicó.

Los pésimos comentarios hacia Villegas continúan, ya que la maquilladora Piri Riveros, que llegó a CHV en 2008, dice que en su primer día en Tolerancia Cero, Villegas «no me saludó, pero mirándome de pies a cabeza, me dijo: ‘¿Dónde está la otra del turno? ¿Esa, la tetona? Le respondí que el turno me tocaba a mí y que por favor se sentara para maquillarlo, porque me tenía muy incómoda por la forma en que me miraba el trasero. ‘Uy me saliste chúcara’, respondió«.

Agrega que a pesar de que no conocía a Villegas ni había tratado con él, bastaron para que se sintiera “hastiada hasta por su forma de hablar, y por su mirada tan libidinosa que llegaba a incomodar, sin siquiera decir una palabra”.

“Quería terminar muy rápido de maquillarlo. Me dijo que parecía geisha por mis ojos rasgados, y preguntó si acaso yo sabía a lo que se dedicaban las geishas. Al final terminé y al pararse me quedó mirando, y me dijo: ‘Mmm, tenís buen culo, ah’, y se fue. En la semana pensaba que venía el turno del domingo y era terrible, porque tenía que estar sola con Fernando Villegas. En los restantes programas siempre lo escuché referirse a mujeres por el poto o las tetas. Fue horrible. Era como un hombre obsesionado con eso”, sostiene la maquilladora.

Ante estos hechos, el equipo de maquillaje fue a quejarse a los productores del espacio de ese tiempo, Pablo Morales y Jaime de Aguirre, quien aseguró que se le llamó la atención a Villegas y «se le pidió que tratara a sus compañeras de trabajo con más respeto«.

El periodista y compañero de Villegas, Fernando Paulsen, reconoció que «es cierto que Fernando hacía comentarios subidos de tono, pero siempre me pareció que era inofensivo, que ladraba, pero no mordía«.

Otro periodista e integrante del panel que sale a prestarle ropa es Matías del Río, quien señala que «Fernando hacía comentarios subidos de tono ante hombres y mujeres, pero nunca presencié algo que cruzara límites«.

A pesar de los comentarios de “buena crianza” de quienes trabajaron con Villegas, una periodista que trabajó en el espacio, afirmó que «lo primero que hacía era mirarte desde lejos de arriba a abajo, como si te estuviera sacando la ropa. En dos ocasiones, me crucé con él en el pasillo y me sacó la lengua como si me la estuviera pasando por alguna parte«.

La profesional también recuerda que en una ocasión «se me acercó y me dijo al oído una cochinada tan grande que me dejó helada. Esa vez lo mandé a la mierda. Le dije: ¡Déjate de huevearme, conchetumadre!«.

Además, se indica que algunas invitadas que sufrieron sus insinuaciones fueron Catalina Parot, Lily Pérez y Evelyn Matthei, quienes se negaron a realizar comentarios al respecto.

Otra periodista que compartió con Villegas fue Carolina Rossetti, quien dice que el columnista es un “niño malcriado” y que hacía comentarios inapropiados sobre las piernas de las invitadas en el camarín.

En ese sentido, Rossetti señala que «nunca lo consideré como acoso o algo pasado de la raya. Me parece más bien que era una estrategia para bajar las defensas de las invitadas y después desarmarlas con sus argumentos«.