Estados Unidos ha prendido la mecha, con la aplicación de nuevos aranceles del 25 por ciento sobre productos chinos por valor de 34.000 millones de dólares, de la mayor guerra comercial de la historia económica, señaló este viernes un portavoz del Ministerio de Comercio de China.
Estos aranceles violan las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC), representan una típica «intimidación comercial», y amenazan gravemente la seguridad de la cadena industrial y de valor global,
Además, dificultarán la recuperación económica mundial, provocarán agitación en el mercado global y afectarán a muchas multinacionales, compañías y consumidores ordinarios.
En lugar de beneficiar los intereses de las empresas y el pueblo estadounidense, este acto se demostrará contraproducente y dañino.
La parte china, que había prometido no dar el primer disparo, se ve obligada a tomar medidas de respuesta para proteger sus intereses nacionales esenciales y los de su pueblo, informa la oficial agencia Xinhua.
China informará oportunamente de la situación a la OMC y defenderá junto con otros países el libre comercio y los mecanismos multilaterales.
El ministerio también reiteró la firme determinación de China de profundizar en la reforma y ampliar la apertura, proteger el espíritu empresarial, fortalecer la protección de los derechos de propiedad intelectual y crear un buen ambiente para los negocios de las empresas extranjeras en el país asiático.
El Ministerio de Comercio evaluará de forma continua el impacto sobre las firmas afectadas y tomará medidas efectivas para ayudarlas.