Ni en sus peores pesadillas, el ministro de Hacienda –que hace gala de su optimismo y manejo ante las cámaras- pensó que el cobre, el producto de exportación en el que se sostiene principalmente la economía –frágil por cierto- nacional iba a llegar a mínimos como los de este martes, en que el metal rojo cerró en US$2,7857, la libra, su menor nivel desde finales de julio del año pasado según informó Cochilco.
Este es uno de los coletazos o “daños colaterales” de la Guerra Comercial declarada por EEUU a China.
En estos seis días, el cobremetal rojo acumula un retroceso de 3,79%, cifra que se eleva a 14% en lo que va del año.
Los futuros a septiembre caían un 0,16% hasta los US$2,7600 por libra durante la mañana, mientras que los contratos a diciembre cedían 0,14% hasta los US$2,7840.
De seguir esta baja sostenida, el ministro Larraín tendrá que rediseñar y aplicar –como esta de moda en este gobierno- el Código cobre.