Chile cuenta actualmente con una institucionalidad fiscal que posee una regla de balance estructural (BE) que determina la trayectoria del gasto y un Consejo Fiscal Asesor (CFA), cuyo rol es ser garante del cumplimiento de esta regla fiscal.
Sin embargo, desde 2001 no se ha podido asegurar el manejo responsable de las cuentas fiscales llevando a Chile perder su calidad de acreedor neto en el 2016, condición que había logrado mantener con esfuerzo durante una década.
Es en este contexto que la autoridad fiscal envió al Congreso una iniciativa que crea el Nuevo Consejo Fiscal Autónomo, instancia que reemplazará el actual Consejo Fiscal Asesor que fue creado durante la primera administración del Presidente Sebastián Piñera.
De esta forma el Ejecutivo le otorga el rango legal, creado inicialmente vía Decreto, perfeccionado su funcionamiento.
Objetivo del Nuevo Consejo Fiscal Autónomo
La forma en que estos Consejos se estructuran y las reglas que los rigen son diversas, pero el principal objetivo de estos consejos fiscales se repite transversalmente: promover una mayor disciplina fiscal con más autonomía y transparencia.
El mensaje, que será analizado por los diputados de Hacienda, le incorpora al Consejo atribuciones concretas que apuntan a reducir los posibles sesgos políticos tanto en las proyecciones de ingresos (a sobre estimar) como de gastos (a subestimar) del presupuesto, monitorear el cumplimiento de los presupuestos y evaluar la sostenibilidad de las cuentas fiscales a mediano plazo.