El ex ministro de Justicia, Jaime Campos, ingresó con todo al debate sobre los notarios lanzando con ventilador, ya que asegura que dentro del Congreso existen “fuerzas del mal” a las que  califica como “poderes fácticos” que están en torno a este rubro, porque “aquí hay mucha plata de por medio”.

En ese sentido, explica en entrevista con El Mercurio que “cinco mil más cinco mil más cinco mil después va sumando. Tener ingresos de 40, 60, 70 millones de pesos, eso te da poder. Y no sé, me imagino que también los señores notarios votarán y tendrán candidatos a diputados, a senadores, a lo mejor ayudarán a financiar campañas”.

Campos sostiene que por los motivos expuestos antes, en el Congreso se “muere todo”, en referencia a que los proyectos que no son afines a ciertos parlamentarios no son aprobados.

“Las cortes me autorizaron a crear 101 cargos. Saqué el decreto y quedó la escoba porque se desataron las fuerzas del mal. Me empapelaron, me dijeron que estaba creando estos cargos para nombrar puros parientes, amigos míos. Y no tengo ni un pariente que sea notario en Chile, nunca en mi familia ha habido un notario”, menciona.

Y agrega que “esa era una acción, ¿Y cuál era la otra acción? Haber cambiado el arancel. Si el arancel depende exclusivamente del ministro de Justicia y para eso no se necesita autorización del Parlamento ni de nadie, y después de la empapelada que me hicieron… No se logró hacer el cambio de arancel”.

En cuanto a lo que denomina “fuerzas del mal”, Campos explica que “están constituidas por todos los que tienen intereses creados detrás de la actividad notarial chilena. ¿Y quiénes son? Por un lado, los actuales notarios y conservadores, y las personas relacionadas con ellos… Políticos, parlamentarios, jueces, vaya a saber”.

Campos también sostiene que existe nepotismo en la designación de los notarios, afirmando que “hay notarios que son hijos, sobrinos, ahijados de judiciales, todos ahí se mueven. (…) hay cosas que me llamaron la atención; por ejemplo, que vienen en ternas personas cercanas a ministros, secretarios privados, mucho relator, incluso un caso en que un ministro en ejercicio quedó en la terna”.