La guerra comercial entre Estados Unidos y México y la UE ya es una realidad, luego que el Presidente Donald Trump decidiera aplicar aranceles al acero y aluminio proveniente de estos mercados.

Ante tal situación, la UE introducirá aranceles especiales a productos estadounidenses en respuesta a las nuevas medidas impuestas por Washington y que empezará a aplicar mañana viernes.

El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, dijo en Bruselas que «nosotros somos capaces de hacer exactamente lo mismo que ellos».

La UE presentará el caso ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), explicó, añadiendo que «esto es proteccionismo, puro y simple«.

El bloque ha presentado a la OMC una lista de productos estadounidenses a los que podría aplicar tasas punitivas en respuesta a los aranceles estadounidense, lo cual podría entrar en vigor el 20 de junio y en un primer momento se calcula que supongan unos 700 millones de dólares.

La respuesta de Juncker llegó poco después de que el secretario de Comercio, Wilbur Ross, anunciara que las sanciones anunciadas el pasado marzo al acero y al aluminio empezarán a aplicarse mañana viernes a las empresas europeas, mexicanas y canadienses, al vencer un periodo de exenciones.

México hace lo mismo

Por su parte, el Gobierno de México anunció este mismo jueves que responderá a la imposición por parte de Estados Unidos de los polémicos aranceles con «medidas equivalentes a diversos productos«.

«Ante los aranceles impuestos por Estados Unidos, México impondrá medidas equivalentes a diversos productos como aceros planos (lámina caliente y fría, incluidos recubiertos y tubos diversos), lámparas, piernas y paletas de puerco«, informó la Secretaría de Economía en un boletín.

Los aranceles mexicanos -que también contemplarán embutidos y preparaciones alimenticias, manzanas, uvas, arándanos y diversos quesos- se aplicarán «hasta por un monto equiparable al nivel de la afectación«.

«México lamenta profundamente y reprueba la decisión de los Estados Unidos de imponer estos aranceles a las importaciones de acero y aluminio provenientes de México a partir del 1 de junio, bajo el criterio de seguridad nacional», indicó el ministerio mexicano. Consideró que este tipo de medidas arancelarias «no son adecuadas ni justificadas«, y recordó que acero y aluminio contribuyen a la «competitividad de varios sectores estratégicos y altamente integrados» en América del Norte, como el automotriz o el electrónico.