Son alrededor de 40 piezas de la sacristía de la Capilla Sixtina en el Vaticano otorgó exclusivamente para la exhibición que se inauguró la noche de ayer en la gran Gala MET 2018 y en esta megaexhibición del Instituto del Vestuario del Museo de Arte Metropolitano ofrecerá una mirada a la influencia del catolicismo sobre la moda y se podrán ver tiaras (triples coronas en forma de mitra) incrustadas con miles de diamantes, esmeraldas y rubíes. Mantos y vestimentas papales con bordados en oro tan finos que tardaron dos décadas en confeccionarlos.
Como datos curiosos de la muestra, al Papa Benedicto XVI lo conocían como el «Papa Prada» por sus elegantes mocasines rojos de la lujosa casa de moda y fue la revista Esquire que lo nombró como el mejor portador de accesorios en 2007. Y el Juan Pablo II tenía también un par de mocasines Prada que ahora son parte de la muestra en el Met.
Otro de los artículos más valiosos que serán exhibidos está una impresionante tiara que brilla con tres filas compuestas de 19.000 gemas (18.000 de ellas diamantes, además de rubíes, zafiros y esmeraldas). Obsequio que la reina Isabel de España al Papa Pío IX, quien la usó para la Misa de Navidad en 1854.
Se podrá ver también una manta papal blanca con dorado en tafetán, bordada con hilo de oro, oropel y lentejuelas (manta le tomó a 15 trabajadores 16 años completar). Originalmente hecha para el Papa Benedicto XIV en el siglo XVIII y usada recientemente por el Papa Benedicto.
Andrew Bolton, Curador del MET realizó 12 viajes a lo largo de dos años para asegurar las prendas. Contó recientemente en una entrevista cómo se agachaba para pasar por «una puertita diminuta» al costado de la capilla, donde adentro le aguardaban tesoros inconmensurables. «Pedí seis y terminé con 42», dijo.
La única condición que puso El Vaticano fue que las piezas se exhibieran separadas de la sección de moda de la muestra y para ello se dedicaron dos galerías del Instituto del Vestuario a la colección del Vaticano, y las prendas contemporáneas (unas 150 prendas)están exhibidas en las galerías medievales del museo así como en su sucursal The Cloisters en el alto Manhattan.
La colección del Vaticano incluso tiene un volumen separado en el enorme catálogo de la exposición.
Para algunos será algo controversial mezclar la moda con la espiritualidad de la religión. Sin embargo,se describe en el catálogo, «el vestido es central para cualquier discusión sobre religión: afirma las alianzas religiosas y, por extensión, reivindica las diferencias religiosas». En cierta forma, los diseñadores escogidos para la muestra tienen algún tipo de relación con el catolicismo romano. Entre ellos se incluyen Gianni Versace, Dolce & Gabbana, Christian Lacroix, Valentino, Jean-Paul Gaultier y Cristóbal Balenciaga.
