Los países de la Unión Europea han respaldado la propuesta para prohibir el uso de los insecticidas conocidos como neonicotidoines que, según varios estudios, dañan a las abejas.
La prohibición, impulsada por activistas medioambientales, afecta al uso de tres sustancias activas – imidacloprid, desarrollada por Bayer CropScience; clotianidina, de Takeda Chemical Industries y Bayer CropScience; y tiametoxam, de Syngenta.
“Todo uso en exteriores se prohibirá y los neonicotidoines en cuestión sólo podrán usarse en invernaderos permanentes donde no se espera una exposición para las abejas”, dijo la Comisión Europea en un comunicado oficial emitido este fin de semana.
Bayer, el megalaboratorio alemán, calificó la decisión de “un día triste para los agricultores y un mal acuerdo para toda Europa” y dijo que no ayudaría a las abejas. Muchos agricultores, dijo, no tenían otra forma de controlar las plagas y la decisión daría como resultado una vuelta a sustancias antiguas menos efectivas.
El uso de neonicotidoines en la Unión Europea había quedado restringida a ciertos cultivos desde 2013, pero los grupos ecologistas habían pedido una prohibición total y generado el debate en todo el continente sobre el uso de químicos en la agricultura.
El grupo activista Amigos de la Tierra describió la decisión como una “victoria tremenda” para las abejas y el medioambiente.
Tanto Bayer como Syngenta habían apelado la abolición parcial de 2013 y se espera un veredicto al respecto el 17 de mayo.