Si la estrategia era presentarlo como un líder fuerte, de una postura clara y cercano a la ciudadanía, obviando el periodo anterior y las ‘Piñericosas’, la estrategia del segundo piso y Larroulet está fallando.
No solamente los ‘condoros’ de los ministros han caracterizado el mes de abril para la administración de Sebastián Piñera, sino una imperdonable, que fue la tozudez del Mandatario en la nominación de su hermano Pablo ‘Polo’ Piñera.
En los partidos de Chile Vamos hicieron notar que la decisión podría traer duras consecuencias en el comité político de la semana pasada, sin embargo se cuadraron –incluso Evopoli– frente al nombre designado por el máximo representante del poder estatal en Chile. A tal punto, que muchos contra su voluntad, demostraron su apoyo y no encontraron nada raro que el Presidente, de la forma en que no lo puede hacer ninguna otra autoridad en su país, designara a un familiar en primer grado (hermano) en un puesto de confianza.
En los pasillos de La Moneda el comentario era escueto: “si el Presidente lo dice, se hace y punto”, sin embargo la intervención de Contraloría modificó los planes del ejecutivo que debió actuar raudamente, donde de puño y letra del Mandatario llegó un comunicado del mismo Sebastián Piñera avalando a su hermano en el cargo, pero que ‘congelaría’ su nominación hasta el actuar de Jorge Bermúdez.
En cliché, este fue el principio del fin para el nombre del hermano del Presidente. Independiente de la cantidad de títulos y características que le hubieran permitido desempeñarse en dicho cargo, los socialistas, los demócrata cristianos, los comunistas y los frente amplistas tenían claro un concepto, el nepotismo, que lograron instalar en la prensa y en la calle, generando una disputa de poder de tal grado que ya no había vuelta atrás para el Mandatario.
Esto fue a tal punto que funcionarios de la Segpres entregaron una petición a Contraloría –en manos de los jefes de bancada de Chile Vamos– para pedir que se inhabilitara a los abogados de la izquierda, buscando que la forma resolviera el fondo. Todo enmarcado en una eventual demora de seis meses en los que Chile carecería de embajador si se mantenía la tozudez del Mandatario.
Algo que cerró en silencio con un comunicado desde Palacio, donde este fin de semana Piñera dio su brazo a torcer. Esta decisión aseguran cercanos al Mandatario fue en contra de su voluntad, a tal punto que al día siguiente apareció en una entrevista, realizada previamente, defendiendo la designación de ‘Polo’ Piñera en dicho cargo.
Entre risas, integrantes de la antigua administración aseguran que preferían al Presidente de las ‘Piñericosas’, que al menos así los ‘errores no forzados’ eran simpáticos y no tenía que, en menos de 10 días, botar todo el capital político formado en las urnas y en un mes de gobierno por un ‘gallito’ político que fue incapaz de ganar.