De 58 años y oriundo del pequeño pueblo de Orinoca, Morales entró en la política gracias a su labor sindical junto a los trabajadores de la coca. Su fuerte fue la representación de colonos inmigrantes aymarás y quechuas, a los que acompañó en la lucha de la reivindicación de esta planta. Junto a ellos recorrió sobre 600 kilómetros bajo el slogan de “Marcha por la vida, la coca y la dignidad”.
Algo mal visto por Estados Unidos y el otrora Presidente, Hugo Banzer Suárez, donde encarcelaron a Morales en más de una ocasión por defender esta planta que buscaban erradicar.
Un camino político marcado por la exaltación popular, tema que se reflejó el año 2002. Morales, por primera vez, miró las fronteras de sus vecinos con una finalidad política. El recién electo parlamentario de Cochabamba no quería enviar gas boliviano por puertos chilenos, instalando por primera vez el mensaje de “recuperar lo que les fue arrebatado”, obteniendo una ganancia política que le garantizó la presidencia el año 2005 con más del 50% de los sufragios.
Autodenominado el “primer Presidente indígena”, convirtió el mar chileno en su bandera de lucha, a tal punto que cada vez que puede menciona el tema en sus redes sociales y en la justicia extranjera, aludiendo a todos los tratados habidos y por haber en pos de la defensa de su “tierra perdida”.
Hoy recordamos el Día del Mar, en que nuestros héroes, Ladislao Cabrera y Eduardo Abaroa, defendieron Calama. Hoy estamos unidos sin diferencias, somos la voz invencible de la verdad y la justicia. Nuestras próximas generaciones cosecharán esta siembra. pic.twitter.com/CVYdTV0757
— Evo Morales Ayma (@evoespueblo) 23 de marzo de 2018
Celebraciones como el «Día del Mar», apariciones en la Corte de La Haya y estrategias a través de redes sociales han sido su fuerte, siempre en la búsqueda que su país olvide la derrota en el plebiscito que le garantizaría una reelección (debiendo ser invalidado el resultado por el Tribunal Constitucional de Bolivia), aspirando a la reelección el próximo 2019, donde buscaría – según sus palabras – ocupar el poder hasta el año 2025.