El caso de la pequeña niña muerta en Puerto Montt sigue impactando, así lo revela la crónica de RPP del Perú que compara el caso con uno similar ocurrido en el vecino país y cómo ha instalado en la agenda pública la Pena de Muerte.
Casi de forma en paralela a la que el Perú se indignó por el crimen contra una niña en San Juan de Lurigancho y comenzó a volver a discutir sobre la pena de muerte, en Chile este debate también ha vuelto a la agenda pública a partir de la violación y el asesinato de una bebé de un año y once meses a mano de su padre. Al menos un partido político le ha pedido al presidente electo, Sebastián Piñera, someter a voto la restitución de la pena capital.
A finales de enero, la niña fue golpeada, abusada sexualmente y asfixiada por su padre, Francisco Ríos (29) en la ciudad de Puerto Montt. El hombre cumple prisión preventiva por cinco meses a la espera de un juicio. Es acusado de parricidio y violencia intrafamiliar. Según recoge el diario El País (España), habría aplastado la niña y dañado seis de sus órganos.
El crimen generó protestas en Chile para poner fin a los abusos y maltratos contra niños y niñas y para exigir penas más duras y mayores sanciones para quienes agredan a menores de edad. Una jueza de la Corte de Apelaciones de Puerto Montt, comentó que “en el caso de Chile, como permanece vigente en el Código de Justicia Militar, se podría restablecer la pena de muerte».
Las reacciones desde la política no tardaron en llegar. Cinco legisladores de la Unión Demócrata Independiente (UDI) dijeron a Piñera mediante una carte que «la maldad y el nulo respeto a la vida no permiten otra opción que la de pagar con su vida los atroces delitos cometidos». El senador derechista Iván Moreira también se mostró de acuerdo con la iniciativa presentada por sus compañeros de bancada, y declaró ser desde siempre un partidario de este castigo.
Moreira dijo a los periodistas que la pena capital «no está abolida en Chile, porque la contempla el Código Militar», por lo tanto es merecida «para el que traiciona al país en una serie de circunstancias; al que mata, al que viola». Sin embargo, recordó lo difícil que sería restituir esta medida, debido a que es necesario primero reformar la Constitución y renunciar a varios tratados internacionales.´
Desde la centroizquierda, el diputado del Partido Por la Democracia (PPD) Felipe Harboe catalogó a los parlamentarios que piden la pena de muerte de «ignorantes o populistas, al proponer algo que saben imposible». Vlado Mirosevic, diputado del Frente Amplio, manifestó su rechazo a esta propuesta y recalcó que es necesario «hacer justicia y no venganza». El parlamentario comunista Daniel Núñez se declaró partidario de la cadena perpetua y de las penas sin ningún tipo de beneficios en los casos de delitos graves, como los crímenes de lesa humanidad, por ejemplo.
Derogación
En Chile, la pena de muerte fue derogada en el 2001, durante el Gobierno de Ricardo Lagos Escobar (2000-2006), quien reemplazó la pena capital con la de presidio perpetuo calificado, que consiste en que el condenado no puede optar a la libertad condicional hasta que hayan transcurrido 40 años de su encarcelamiento efectivo.
